Las largas horas de caminata y el cansancio no detienen al pa’i Diego Pereira (37), párroco de la Iglesia Virgen del Rosario de Luque.
Desde las 8:00 hasta las 19:00 recorre casa por casa para bendecir los pesebres del barrio.
La idea surgió hace dos años, en pandemia , y se quedó porque a la gente le gusta sentirse acompañada, según manifestó Pereira a EXTRA.
“Generalmente en Nochebuena las familias suelen llevar el pesebre en la misa para que el padre bendiga, entonces como estábamos en pandemia no iban a tener esa posibilidad”, recordó.
Recibimiento
El religioso mencionó que fue muy bien recibido y por esa razón decidió continuar como una especie de tradición.
Hasta el momento ya bendijo unos 300 a 400 pesebres y el objetivo es llegar a 1.000.
El recorrido inició el pasado lunes 6 y culmina el 23 de diciembre.
“Yo estoy a cargo de siete capillas de Luque, entonces hace un mes comencé a anunciar a las comunidades que íbamos a hacer la bendición y la gente se preparó con mucha alegría”, contó.
El padre mencionó que los lugareños le dieron las gracias por unir nuevamente a los vecinos.
“Es como un acercamiento de la gente de la Iglesia con el pueblo. No es algo típico que digamos; se siente la alegría de la gente que se prepara con todo y el objetivo para este año es que haya más cercanía entre ellos”, señaló el sacerdote.
“Hay gente que hace mucho no se habla y volvió a hacerlo. Una señora me dijo ‘hace mucho no hablo con mi vecina y ahora esto me mueve para que estemos en contacto’”, contó.
Además de despertar el espíritu navideño, los vecinos están muy atentos a la visita del pa’i, a quien esperan frente a sus casas con sus respectivos pesebres, mientras cantan villancicos y rezan el rosario. Otros incluso lo esperan con jugos, tereré, bocaditos y la hora de visita, que es al mediodía, preparan un karu guasu y almuerzan entre todos.
Los enfermos también son visitados y antes de proceder a la bendición del Niño Jesús, el padre hace entrega de víveres que los demás lugareños juntaron previamente para ayudarlos.