Tras 30 años viviendo en Buenos Aires, Juan Rolón, paraguayo, tuvo que dejar el país y a sus hijos. El compatriota fue echado de Argentina por una denuncia de años atrás que ya había sido declarada como falsa. De ese día pasaron seis meses.
“Dejé tres hijos pequeños, un trabajo estable, por una injusticia de Migraciones, no soy delincuente, nunca robé ni violé la ley”, dijo, según informó Sul21.
Su hermana Graciela, contó que no le dejaron siquiera defenderse. “En menos de un día le enviaron en un avión a Paraguay”, relató. Juan pelea por volver junto a su familia, pero no logra respuestas de las autoridades, denunció.
156 deportados. Solo el primer trimestre. En 2018: 703, 30% más que 2017. Casi se triplicó desde que asumió Macri.
Esta es solo una de las historias de ciudadanos de distintos países que sufren el riguroso control que se ejerce sobre ellos en el gobierno de Mauricio Macri, presidente curepí.
Ruth Contreras, coordinadora del Movimiento Barrios de Pie, habló sobre el drama que viven los forasteros allá.
1.500 en proceso. Según Barrios de Pie, al menos 1.500 inmigrantes están en proceso de expulsión por infracción.
“La policía va en la casa y le notifica, en pocos días ya es deportada”, relató. Según la vocera, las expulsiones aumentaron desde que asumió el mandatario, con la excusa de velar por la seguridad. Solo en el primer trimestre fueron echados 156 extranjeros. Las villas son más habitadas por paraguayos, uruguayos y colombianos; en capital trabajan como vendedores ambulantes o de cualquier cosa.
2,2 millones. El 54% de los inmigrantes son mujeres. Más gente de Paraguay, Bolivia y Chile. Villa 31, la más poblada.
La comunidad de inmigrantes protestó en contra de la política xenófoba de Macri. Luego, la Dirección Nacional de Migraciones accedió a reunirse con ellos para tratar el tema. De no solucionarse, miles podrían ser deportados este año.