Su expulsión ante Guaireña fue la gota que colmó la paciencia de la hinchada franjeada.
Muchos ya no quieren verlo ni en pintura y en los últimos partidos de Olimpia fue el blanco preferido de las bajadas de caña. Hablamos de Iván Tito Torres, quien salió a dar la cara en un momento en que el horno no está para bollos.
“Si uno cree que ya aprendió todo, es un ignorante. Sé que tengo que seguir mejorando, después es fútbol. No siento que tenga defectos, trato de dar el máximo siempre. No me importa lo que piensen los demás de mí, yo disfruto jugando al fútbol”, afirmó.
Buscando de alguna manera explicar el mal momento que atraviesa el club, el lateral señaló que son cosas del fútbol. “Por más que uno quiera sostener el éxito, tarde o temprano pasa lo que nos está pasando a nosotros, pero no hay lugar para lamentos”, agregó.
Está cómodo
“Si en verdad es así como dice, se quedaría después de cada práctica unas 3 horas como mínimo, a aprender a tirar un centro hasta que le salga perfecto, pero no”, posteó el usuario @jmovandoj en la red del pajarito.
El tema de los centros es el punto que más se le cuestiona al carrilero.
“Hace tiempo que estoy jugando ahí (lateral izquierdo), ya me acostumbré, la posición que siempre quiero jugar es de volante, uno siempre tiene que acostumbrarse a lo que pida el técnico”, insistió. Igualmente, indicó que aprendió a convivir con las críticas y cuestionó que muchos hinchas pasen la raya.
“El fanatismo es bueno, cuando va al extremo no tanto, pero uno aprende a quién debe escuchar en momentos buenos y malos”, dijo.
Legado de Garnero
Tampoco dejó de hablar de la salida de Daniel Garnero. “Dejó un gran legado en el club y fue el deseo de ganar siempre, de no conformarse, de romper todos los récords”, aseguró. Torres finalmente agradeció por todo lo que aprendió.
“Quizás no fui muy constante a la hora de jugar, pero su trato con nosotros era excepcional”, remató a la 970.