Con moretones en el ojo izquierdo y heridas que parecerían de cachiporra en el brazo y el muslo, Antonia Agüero (21) denunció a un policía de Encarnación.
Contó que este agente del cual no sabe su nombre le garroteó brutalmente en la madrugada del jueves en el barrio San Pedro, en la zona de “Olería”.
Comentó que todo se inició cuando estaba tomando alcohol con sus amigos en la vía pública. De repente, una persona llegó y le quitó su equipo de sonido.
Según su versión, allí ella se enojó y le reclamó por lo que estaba haciendo. En eso llegó la policía y supuestamente sin mediar palabras le propinaron golpes.
La afectada no quiso dar el nombre del que quería llevarse su radio ni pudo identificar al que le agredió.
Ayer, dos días después de haber ocurrido, se acercó a la casa de una vecina de nombre Jazmín que la ayudó a denunciar ante la prensa, aunque no presentaron acusación formal ante la policía ni al Ministerio Público.
Versión policial
El jefe de la Comisaría 106, Suboficial Alcides Rivas, relató que la mujer sería una adicta y que no tiene domicilio fijo, es decir, se maneja por las calles.
“Ella dice que fue agredida por el personal. Ahora estoy investigando el caso y hablando con el personal que se fue a intervenir”, dijo.
De acuerdo a la versión de los agentes, ellos en ningún momento usaron la fuerza en dicho procedimiento, que ocurrió a la 1:00 de la madrugada.
“Vecinos denunciaron la música a alto volumen, acudió el personal y se fueron a decirles que se retiren. Pero en ningún momento se bajaron ni le pegaron a nadie”, resaltó Rivas.
Afirmó que, según el procedimiento policial, ellos no pueden usar la fuerza, a menos que su vida corra peligro.
“El personal no tiene la facultad de pegarle a nadie. Estamos investigando el caso, vamos a elevar informe a la Dirección de Policía”, adelantó.
Consideró grave la denuncia que realizó la joven, pero prefirió no decir los nombres de los agentes en cuestión.
Otros casos
En marzo pasado, dos policías fueron apartados luego de ser grabados cuando daban trompadas a un ciudadano en la calle, en Alberdi, a plena luz del día.
Euclides Acevedo, ministro del Interior, había señalado en dicha oportunidad que no permitiría “desbordes inaceptables”.
Así también, en junio un joven de Asunción fue garroteado por uniformados frente a su casa. Los vecinos llamaron al 911 pensando que era un delincuente.