16 dic. 2024

Médicos con coronavirus son acosados en sus barrios

Vecinos les acusan de ser “portadores” del COVID-19 en la zona. Piden “mayor empatía” con trabajadores de la salud.

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Médicos y otros trabajadores de blanco aseguran que viven “un infierno” por los acosos de sus vecinos. El Hospital de Itauguá lanzó un comunicado al respecto.

“Me duele en el alma ir a la despensa de mi barrio y que me miren con desprecio y miedo como si fuese un bicho raro”, contó Brisa L., una médica del IPS de Asunción que afirma ser discriminada y acosada por sus vecinos desde que comenzó la pandemia del coronavirus.

La médica dijo a EXTRA que algunos vecinos hicieron correr el rumor de que ella y muchos otros médicos que viven en su barrio ya fueron contagiados por el COVID-19. “Entre el chisme de calle, ya escuché pedidos de que no se acerquen a mí ni a otros colegas que vivimos en la misma zona”, comentó.

“Es terrible la desinformación y la hipocresía que vivimos los personales de blanco. En las redes nos aplauden por arriesgar nuestras vidas, pero en nuestros barrios nos acosan y nos llaman portadores del virus”, mencionó Brisa.

Se pronunciaron

Una médica que dio positivo al coronavirus en el Guairá denunció anteayer el acoso y la discriminación de sus vecinos, desde que se enteraron de que ella era un caso confirmado.

Yolanda González, directora del Hospital Nacional de Itauguá, dijo que existe “fobia” hacia los personales de blanco, a pesar de que se contagiaron en el trabajo con el coronavirus.

“Los vecinos vieron cuando se fue el móvil del Ministerio de Salud a hacerle el test. Desde ese día la persiguen y acosan. Ella está muy traumada, más que por la enfermedad, por los gritos y amenazas que recibe en su barrio. Es difícil seguir un tratamiento y recuperarse rápido con todo ese tormento que le cargan”, señaló la directora.

González añadió que decenas de médicos, enfermeros y otros laburantes de blanco presentaron renuncia durante las últimas semanas debido al miedo y a la presión por la enfermedad.

Debe ocultar su bata cuando va por la calle

Julio A., médico residente del Hospital de Clínicas, cuenta que vive ”un infierno” en su barrio. Tanto, que hasta sus familiares lo discriminan y amenazan. “Es triste para mí tener que caminar ocho cuadras para tomar el bus y guardar la bata hasta el fondo de la mochila para que la gente no tenga miedo de mí. Hasta mi pareja me abandonó por este motivo”, señaló el médico. Gabriela S., otra residente del Hospital de Itauguá, dijo que los “ médicos jóvenes” son los más expuestos.