Sindy Viera, la madrastra que se lleva bien con la ex de su esposo, habló con EXTRA y comentó que Dios le preparó para este momento.
“Mis padres se separaron cuando yo tenía dos meses de edad y mi mamá se volvió a casar con otro, quien se convirtió en mi mejor amigo. No le digo luego padrastro, porque para mí es mi papá y todo ese amor que recibí y sigo recibiendo es lo que doy ahora”, manifestó Sindy.
Según comentó, ella siempre supo de la existencia de la niña y estaba enterada de los problemas que su pareja, Rogger Martínez, tenía con su ex, por lo que decidió intervenir por el bien de la criatura, ya que ella no estaba en contacto con el papá.
“Un día de esos le escribí y le pregunté si no tenía inconvenientes en que la niña comparta con su papá, ella fue muy amable también y accedió, porque su nena ya preguntaba por él y comenzamos a coordinar”, indicó.
Como Rogger y Sindy viven en Hohenau, primero la pareja viajó a Asunción, luego la niña iba junto a ellos una vez al mes. Esta vez, se quedó por unas semanas.
Por otra parte, la súper madrastra aconsejó a los separados que sean más maduros para velar por el bienestar de los hijos, que no tienen la culpa de los problemas de adultos. “Hay muchos que critican y lo que les puedo decir es que yo solo doy lo que tengo en el corazón”, agregó. La niña es parte de la familia, le dieron una pieza para que ella sepa que tiene dos casas y no se sienta extraña.
“Vean lo hermosa que es la madrastra de mi hija, y ni se imaginan el maravilloso ser humano que es”, publicó Paty Verón, la mamá de la niña.
Ama a la hijastra
“Soy madrastra de una adolescente de 12 años, es una jovencita súper linda y muy buena, por lo que fácilmente me encariñé con ella. La quiero tanto, como si fuera mi hija. Parece difícil querer al hijo de tu pareja, pero en mi caso fue muy fácil”, comentó Evelyn Ramírez, de Asunción.
Una madre más
“Dios le regaló a mis hijos una segunda mamá inigualable. Sin ella en la vida de mis hijos todo hubiese sido más difícil. Es mi amiga, con su ayuda eduqué y crié a mis hijos, mejor dicho nuestros hijos”, escribió Nancy Melgarejo, de Loma Plata, Boquerón.