La Iglesia de la Santísima Trinidad fue la elegida para la Misa de Consolación de los Afligidos, celebrada ayer por la Pastoral del Exorcismo.
Un poco más de las 12:30 ingresan al altar 6 sacerdotes, dirigidos por el coordinador de la Pastoral del Exorcismo, Ricardo Moreno. Era la hora del Ángelus.
“El Ángelus protege a las personas en la batalla espiritual. Con la pandemia las manifestaciones del mal aumentaron”, afirmó una laica que hizo curso de exorcismo.
Casi todos llevaron agua y sal. Estos elementos fueron bendecidos al inicio de la misa, con un simbolismo religioso capaz de hacer sentir al que cree, que tiene un arma celestial poderosa.
En lengua
Hubo personas de todas las edades, mucha gente joven con rosario en mano participó.
Había un joven que fue escoltado por otras personas. Él comenzó a balbucear en una lengua que sólo él entendía. Movía sus manos constantemente y fue llevado casi en frente del altar.
Durante la celebración se realizó la oración de sanación que tuvo otro simbolismo: las manos.
El pa’i Moreno pidió que se levanten las manos. Cada feligrés “entregó a Dios sus manos para ser un canal de sanación” y así impusieron al que estaba al lado y se oró. Varios lloraron.
Mucha gente comulgó, y aquellos que no podían recibir el cuerpo de Cristo, por no estar preparados o impedidos, el coordinador de exorcistas hizo una oración especial (ver info).
Consejos
Durante la misa se destacaron 5 consejos:
1.Purificación de agua y sal (se hizo en la misa)
Utilizar contra el ataque del enemigo y la presencia del espíritu.
2. Consolación
Pedir a Jesús el consuelo en las aflicciones. Nadie le gana en favores, a través de la eucaristía y reconciliación sacramental.
3. Permitir a Dios actuar
No ponerle condiciones, pedir que se quite un problema puntual. La obra es global, “no vino para dar aspirina” (sic).
4. Humildad
Uno debe ser capaz de perdonar, cerrar las puertas al rencor. No buscar protección en otras fuerzas, solo en Dios.
5. Comulgar
Alimentarse de la hostia sin dejarse tocar, no sirve. Hay que ponerse a disposición de Jesús.
Oración de Comunión espiritual
Creo, Jesús mío, que estás real y verdaderamente presente en el santísimo Sacramento del Altar.
Te amo por sobre todas las cosas y deseo recibirte en mi alma, no pudiendo hacerlo ahora sacramentalmente.
Ven al menos espiritualmente a mi corazón.
Y como si yo te hubiera recibido, te abrazo y me uno del todo a ti, Señor, no permitas que jamás me aparte de ti.
Amén