Las tapitas de cerveza con herrumbre llamaron la atención de Óscar Cantero y aún así las compró. El comerciante de 32 años tiene un bar en el centro de San Lorenzo y hace unos días llegaron a su local tres jóvenes a bordo de un taxi y le ofrecieron varias cajas de la rubia espumante. El precio era inigualable, incluso le dijeron que trabajaban con factura legal.
El muchacho tenía sus dudas, pero fue tentado. Entonces pidió tres cajas de las mejores marcas del mercado para probar suerte.
Las botellas estaban algo gastadas, pero no tenían mala pinta. Cantero contó a EXTRA que incluso llegó a vender unas cuantas y recién pilló que fue estafado cuando los clientes devolvieron los envases. Las cervezas eran truchas, tenían un líquido extraño con espuma que parecía detergente, incluso unas cuantas tenían orín, según señaló Cantero.
“Distribuidores”
Los “vendedores” se hicieron pasar por funcionarios de una distribuidora y dijeron que el producto que tenían era el sobrante del reparto de ese día y que por eso el precio era más barato. De G. 120.000 bajaron a G. 90.000 la caja y la pérdida fue de G. 250.000 para Cantero. El joven recordó que la primera vez que le ofrecieron las cervezas no las compró porque no tenía afectivo, entonces uno de ellos le pidió su número y al día siguiente concretaron la venta.
“Íbamos a comprar en cantidad, pero menos mal eso no pasó. Para probar pedimos tres cajas, le pedimos factura a los muchachos, pero al final dijeron ‘no tenemos factura’ (en un principio dijeron que sí)”, refirió.
Los vendedores se excusaron, mencionaron que estaban muy apurados y se fueron, refirió Cantero. “Cuando nos dimos cuenta, primero pensamos que no tenían gas (por las botellas), comenzamos a abrir y todas estaban así. Las tapas tenían retazos de cartoncitos, incluso orinaron dentro de algunas botellas, estaban selladas y había orín, al abrir agarró todito el local”, lamentó Cantero.
Compró 6 cajas
Otro afectado es Mariano Rejala, un despensero del barrio Santo Domingo de Areguá. Al parecer fue estafado por las mismas personas el sábado pasado. Los supuestos vendedores se hicieron pasar por funcionarios de una reconocida bodega. Rejala dijo a EXTRA que compró 6 cajas de cervezas por G. 650.000. El comerciante no se dio cuenta de la diferencia hasta que probó. “Además que hendy con las ventas”, lamentó. Ninguno de los afectados hizo la denuncia por no contar con factura legal.
¿Cómo pillar si la “rubia” es falsificada?
Daisy Guerrero, de la bodega “En lo de Toto”, de Lambaré, dijo a EXTRA que la cerveza es trucha cuando:
- Las cajas vienen selladas con cinta de embalaje.
- Las tapas tienen herrumbre y están muy gastadas.
- El líquido es aguado y claro.
- No tiene mucha espuma o demasiada espuma (se recomienda agitar un poco).
- Están muy cargadas o no tan cargadas.