Guido Martínez, un joven de 28 años, solía coleccionar latas de cerveza de distintas marcas, atraído por sus diseños.
En sus años de estudio en la Facultad de Arquitectura, Diseño y Arte de la UNA, la idea de construir algo con esos materiales siempre rondó su cabeza. Finalmente, decidió llevar a cabo un innovador proyecto para recibirse de arquitecto.
Hace un mes y medio está edificando con latitas una vivienda con tres espacios en la compañía Azcurra de Caacupé, donde vive con su familia.
Está levantando una habitación de 3x4 metros, un baño y una pieza que bien podría servir como cocina.
Su papá, don Feliciano, es el principal constructor y lo ayudan Guido y sus hermanos. Cada vez que les sobra algo de tiempo se ponen manos a la obra.
El futuro arquitecto estima que podrían terminar la construcción a fin de mes. Él quería mantener un perfil bajo, pero la obra se hizo viral luego de que unos amigos de su papá hayan ido a visitar la casa, y asombrados, compartieron un video.
Sus socios le ayudaron
Guido comenzó a juntar las primeras latas entre el 2012 y 2013. “Estaba todo el día en la facultad, a veces salía a las 10 de la noche y me iba juntando algunas latas en una bolsa de plástico”, recuerda. Sus amigos y vecinos amantes de la cerveza le ayudaron al toque. Hasta ahora usó 10.000 latitas y cree que deberá utilizar como 5.000 más.
Económicas
Entre las ventajas de las latas, menciona que su forma cilíndrica le da muchas posibilidades, son fáciles de conseguir, tienen buena resistencia, funcionan como aislantes térmicos y acústicos y al darles una utilidad dejan de ser desechos, explica.
El único inconveniente es que algunos materiales usados comúnmente en construcción no le vienen bien, como la cal y algunos productos de limpieza, pero ya encontró alternativas.
Guido todavía necesita una gran cantidad de latas. Además está buscando otros materiales que pueda reutilizar (puertas, ventanas, etc.), ya que todo lo está haciendo a pulmón. Interesados en dar su aporte pueden contactar al (0972) 473866.