El polémico instructivo de la Fiscalía Contra la Violencia Familiar, que excluía del ámbito los casos que involucre a novios, amantes y parejas del mismo sexo, ya es letra muerta.
La Fiscalía General paró el carro a la fiscala Artemisa Marchuk Chena, responsable de la unidad especializada.
La fiscala general Sandra Quiñónez no estaba al tanto de que los funcionarios de la unidad debían seguir esas instrucciones, impartidas únicamente por su responsable.
La resolución del Ministerio Público, manifiesta que el ente está obligado a accionar, indagar y esclarecer la verdad de todos los hechos denunciados.
Quiñónez también da un estirón de oreja a la fiscal Marchuk al recordar que solo la fiscal general del Estado debe impartir las instrucciones y medidas oportunas.
Marchuk justificó el contenido del instructivo. “Todas las violencias hacia la mujer son debidamente trabajadas pero las relaciones, los noviazgos, sin convivencia no pueden ser violencia familiar. Si no se funda manifiestamente la familia, no se puede aplicar en este ámbito”, dijo.
Indignación
La indignación no se hizo esperar por parte de feministas y también organizaciones de la comunidad gay.
Simón Cazal, de SomosGay, indicó que el gobierno tiene como agenda “perseguirlos”.
“El Estado nos está violentando, nos está diciendo ‘tu vida no importa’”, señaló.
Cazal expresó que el instructivo no tenía fundamentos. De la misma manera lo calificó Rosa Posa, de la organización de lesbianas Aireana.
“Es un disparate, va en contra de la ley de Protección Integral Contra todo tipo de Violencia, contra tratados internacionales. Es anticonstitucional”, sostuvo Posa, cuando los ánimos estaban aún caldeados y la normativa estaba vigente.