Ventanillas abajo, uso de tapabocas y tomarse la temperatura antes de entrar al calor de la pasión. Estos son uno de los requisitos fundamentales que adoptaron las cadenas moteleras para poder operar durante la cuarentena sanitaria por el coronavirus.
Si tenés temperatura alta, no entrás
Pero, lo más importante es que la limpieza se redobló y la desinfección de las habitaciones y los baños son mucho más estrictos, todo huele a lavandina.
Si bien se armó un sarambi cuando el ministro del Interior, Euclides Acevedo, manifestó que los moteles trabajarían de manera normal; sin embargo, “las orgías” estaban prohibidas.
Esta vez, las aguas se calmaron un poco más porque aclaró que los telos son una “necesidad permanente”. No solamente para el kunu’u, sino también porque muchos moteles, a nivel país, están al servicio del Ministerio de Salud para albergar a los compatriotas que vienen de afuera y van a cuarentena.
Si bien los niditos de amor no están en la primera línea y menos son una “prioridad”, algunos dueños siguen recibiendo clientes, que disminuyeron en un 20%. Uno por el excesivo control en las rutas y en los propios moteles que no te dejan entrar si no tenés puesto un tapabocas.
Negocios se reabren
Desde hace unos días, algunos negocios también reabrieron sus puertas; claro está, con las medidas sanitarias pertinentes. Talleres mecánicos, de motos, tiendas de ropas, hasta peluquerías, tímidamente se volvieron a reactivar; sin embargo, la clientela bajó en un 50%. Aunque ya se habló de un plan de flexibilización de la cuarentena, aún no hay fechas para su implementación.