Acrílicos, viseras de plásticos, guantes y tapabocas son solo algunos de los utensilios que están obligados a usar encargados de bares y locales de comida para volver a trabajar desde hoy en la Fase 3 de la cuarentena inteligente.
Las lomiterías, para equiparar los gastos del acondicionamiento sanitario de sus sitios, analizan subir hasta G. 3.000 el precio de lomitos, hamburguesas y papas fritas.
Gabriel Garay, dueño de Papus’s Hamburguesas, de Fernando de la Mora, mencionó que no ven otra manera, ya que los productos de desinfección y ponerse al día con las exigencia del Ministerio de Salud les “sale muy caro”.
“Al estar tres meses sin trabajo, más esta nueva exigencia sanitaria, empezamos desventajados los locales más pequeños de comida, sí o sí tenemos que subir aunque sea un poquito el precio de nuestras comidas”, mencionó a EXTRA el lomitero.
El dueño del local gastronómico lamentó que el Gobierno no les haya ayudado con un pequeño subsidio para los gastos de acondicionamiento previo ante el reinicio de sus actividades.
“Los más afectados somos los bares más humildes, los restaurantes grandes tienen hasta seguros y pudieron aguantar toda la crisis. Nosotros trabajamos a puro pulmón y lo que juntamos es solo para sobrevivir el día a día”, acotó el hombre.
Al parecer, no solo los lomitos subieron de precio: varios gimnasios decidieron también subir el precio de sus matrículas y mensualidad en el inicio de esta Fase 3.
250.000 trabajadores vuelven a sus labores a partir de hoy, en la Fase 3. Aproximadamente 100.000 del sector gastronómico, 100.000 de universidades y el resto de gimnasios, iglesias y otros.
Manuel Lara, dueño de “Tara GYM”, de Lambaré, contó que estaban muy ansiosos de volver a abrir sus locales y que decidieron subir G. 50.000 el precio de la mensualidad para cubrir los gastos de la nueva medida sanitaria que va a adoptar el gimnasio.
“Nos piden que el local sea más abierto, con aire natural, y tuvimos que invertir en los cambios, además la desinfección cuesta más. Creemos que los clientes preferirán venir a un local bien seguro, aunque paguen un poquito más”, acotó el entrenador.
Guardar factura: “Probablemente los locales gastronómicos alargarán al tope el horario de atención (22:00), por lo que la gente deberá justificar su circulación después de esa hora. Lo que yo recomiendo es que la gente guarde su factura de consumición”, Dr. Carlos Portillo, viceministro de Salud.
Muchas quejas
A los clientes no les cayó para nada bien que muchos gimnasios decidieran subir el precio del servicio.
“No se dan cuenta de que estamos pasando una etapa de mucha crisis y aún así se atreven a subir de precio. Estamos haciéndoles un favor también en volver. Lastimosamente no voy a ir de nuevo”, publicó Nathalia Marecos en su Twitter.
Bella Martínez, de Encarnación, contó que está muy ansiosa de volver al gym y que ya se anotó, pero que le sorprendió que le subieran G. 20.000 más en la mensualidad. Antes pagaba G. 100.000, ahora G. 120.000