Pobladores de Alto Paraná, apoyados por el propio gobernador Roberto González Vaesken, a full están tomando Ivermectina como tratamiento contra el COVID-19 y también para prevenirlo.
“Yo tuve coronavirus y pude vencerlo gracias a la Ivermectina; con mi edad y mi peso era un fiel candidato para terapia intensiva”, afirmó el jefe departamental. El fármaco que está de moda fue creada en la década de los ‘70. Es un potente antiparasitario que cuesta G. 30.000 en farmacias.
Vaesken indicó que su hermano y unos amigos infectados comenzaron a tomar la pastilla tras su recomendación y aseguró que están mejorando. Además, dijo que todos los funcionarios de la Gobernación iniciaron el tratamiento.
“Entre altoparanaenses vamos a cuidarnos y voy a iniciar una campaña; con un grupo de médicos voy a repartir la pastilla para todos los que quieran” señaló el político.
Había sido que montón de esteños se adelantaron y comenzaron a tomar la pastilla “por si acaso”.
Una señora escribió en redes sociales: “Nosotros ya tomamos la familia completa, pero hay personas que no pueden comprar”.
Otra persona reveló: “Mi cuñada y mi hermano mejoraron con este medicamento, ello estaban con COVID-19”.
En redes sociales se hizo viral una supuesta recomendación de una doctora brasileña, que explica los beneficios de la medicación y hasta indica cómo debe tomarse.
Alerta
El Ministerio de Salud señala que no existe ninguna prueba científica sobre los beneficios del antiparasitario y de ningún otro medicamento, sobre el COVID-19. Advierte que consumirlo sin receta médica es un riesgo mortal.
“Que al vecino le haya hecho bien no significa que tendrá el mismo efecto en uno. Todo depende de la condición del paciente”, avisó el doctor José Fusillo, de la Sociedad Paraguaya de Neumología.
Añadió que la droga puede “chocar” contra enfermedades de base u otras medicaciones.
“Una persona que toma anticoagulantes no puede consumir Ivermectina, porque le causaría una hemorragia cerebral”, expresó. Aunque no hay 100% de seguridad, en Europa, Brasil, Perú y otros países comenzaron a utilizar esta medicina con pacientes internados por coronavirus.
Ulises Arrúa, especializado en terapia intensiva, trabaja en hospitales de Río de Janeiro, Brasil, y contó su experiencia en la lucha contra el virus, pero fue criticado por sus colegas paraguayos. “La hidroxicloroquina, ivermectina, azitromicina son usados en ciertos casos. Un estudio científico acabado dura años y no hay tiempo para eso. No podemos quedarnos de brazos cruzados mientras la gente muere, esperando una cura”, declaró.
Sigue firme
“Puse en tela de juicio a la Fiscalía por lo rápido que actuó contra un joven con supuesto COVID-19 que salió a caminar con tapabocas, mientras dejaron que se celebre una boda. Mientras, esa misma noche se morían 19 compatriotas. Los del Ministerio vinieron a coaccionarme, pero no me van a callar porque opino en base a estudios científicos”, mencionó el Dr. Guillermo Rodríguez, de Ciudad del Este.
Fue a protesta
“Soy sacerdote misionero, hace más de 20 años que estoy en Paraguay, trabajo con indígenas, además soy exorcista. Esto de ahora es un ataque satánico, para estafar robar y atacar a la Iglesia. Tenemos que despertar, abrir los ojos y también estar unidos”, dijo el cura Leopoldo Esteban. El padre participó de una protesta en CDE y pidió apoyo de la Iglesia.