Fue víctima de payé con cabezas de chanchos, sus dirigentes se pasan peleando y para colmo deben hasta la coronilla.
Este definitivamente no parece ser el año de Luqueño. Ahora, para colmo, sus mejores hombres abandonaron el Chiquero y en uno de los casos ni el propio encargado del equipo se enteró.
El DT, Hernán Rodrigo López, no pudo ocultar su enojo por lo que está ocurriendo en la República. La fuga masiva de jugadores comenzó con la salida de Blas Armoa, quien fue a préstamo al Juárez de México.
Aunque a nadie le quedó claro cómo fue la operación. El otro que les dejó en bola prácticamente es Yeiber Murillo. Un día apareció y se despidió de sus compañeros y ahí se supo que iba a acoplarse al Badajoz, club de la Tercera División de España.
“El propio perjudicado es el club, no es que no confíe en los demás jugadores, pero la estructura se debilita”, reconoció el entrenador.
Dijo que en el caso del venezolano, por ejemplo, le sorprendió que en medio del campeonato se mande a mudar. “No recuerdo que un jugador se haya ido en medio del torneo, está el caso de Murillo que dejó el equipo”, expresó.
Ni sabía
Pero la cereza a la torta todavía faltaba. Ayer se supo que la carta de gol del Rorro también se bajará del barco.
“Me habían dicho que él (Isidro Pitta) podría ser transferido, no tengo ninguna novedad”, comentó a la 970. En ese momento todos ya comunicaban que sería el nuevo jugador de Olimpia. “No me han dicho nada”, remató el uruguayo.