Como si fuera Tío Rico, el Ciclón se pegó un largo viaje para despejarse y olvidar el dolor que dejó la caída ante el acérrimo rival. Pero ojo, no es tanto así. Cerro Porteño no se fue de vacaciones a Venezuela, sino que esta tarde tendrá una nueva cita en el Grupo E de la Copa Libertadores, donde le ha ido de la gran siete.
Sin embargo, la mala fortuna del superclásico como que persiguió un poco a la delegación azulgrana, que en la víspera le costó bastante llegar a Barinas, sede del juego ante Zamora.
Ayer, el plantel hizo escala en Panamá, donde almorzó. En horas de la tarde tomó un vuelo chárter con destino a Barinas y allí comenzó la novela.
“Después de 2 intentos fallidos no pudimos aterrizar en Barinas, debido al mal tiempo y el avión de Cerro Porteño tuvo que desviarse al Aeropuerto Internacional Simón Bolívar, de Caracas, donde ya hemos aterrizado a la espera que mejore el tiempo y regresar a Barinas”, escribió en un momento Dani Rubiol, asistente técnico de Fernando Jubero.
La tercera fue la vencida y horas después el plantel cerrista llegó a Barinas, donde esta tarde, desde las 16:00, medirá a Zamora con la intención de alargar su Modo Mágico en el certamen. De ganar, el Ciclón emulará a Cruzeiro como los únicos equipos en tener puntaje perfecto en la fase de grupos. Además, la intención azulgrana es cerrar su zona como líder.
A cara de perro
“En Octavos de Final será más complicado, van a estar los mejores y vamos a trabajar para ser los mejores primeros. Al Zamora lo tenemos estudiado, el equipo no cambiará, de acuerdo a los últimos partidos que estuvimos viendo, sí nos preocupa el campo de juego, que no está bien, pero queremos confirmar todo una vez que lleguemos allá”, había indicado El Míster antes del viaje.
En Asunción, el Ciclón lo ganó 2 a 1, con doblete de Nelson Haedo Valdez