Dicen que los sueños están para cumplirse y el argentino Ariel Chino Garcé no se cansa de hacerlo.
Esa ilusión de dedicar su vida al fútbol profesional es una de las tareas cumplidas para Garcé y encima con mundial incluido, jugando nada menos que con Lio Messi y siendo dirigido por Diego Maradona, que es como tocar el cielo para los amantes del deporte rey.
Pero hay quienes no se conforman con solo una pasión, es así que, hoy alejado de las canchas, el Chino anda cumpliendo otra de sus metas: ser técnico de MotoGP. Ariel es un apasionado del mundo motor, tal y como lo había dicho tiempo atrás, fiel seguidor de las carreras de motos y admirador del corredor de Moto GP, Valentino Rossi, a quien tuvo la oportunidad de conocer gracias a su nueva profesión.
Según publicó Valentín Torres, al colgar los botines empezó como técnico y ahora forma parte del “grupo de comisarios”, que son los encargados del control técnico de los biciclos. “Tiene que verificar cubiertas, el chasis, motor, combustible, etc.”, tuiteó.
Para el recuerdo quedó la melena característica de los jugadores rioplatenses y esa trayectoria que tuvo pasos por River Plate, Colón o Rosario Central de Argentina y Morelia de México.