¿Tenés factura?”, es la pregunta más escuchada de aquí para allá, incluso por la compra de una botellita de agua que no supera los 3.500 guaraníes.
Esta situación y el anuncio del gobierno de que todos deben emitir factura quebrantan a los trabajadores humildes que jamás dieron un recibo por vender chipa o remedios yuyos.
Mercedes Beatriz Almada (50), yuyera desde hace 28 años, está preocupada desde que se supo que este año podría ingresar al sistema de la SET, en la categoría de Impuesto a la Renta Empresarial (IRE), que va dirigido a los pequeños y microcomerciantes como vendedores de comidas, chiperos, yuyeros, entre otros.
La trabajadora se levanta a las 03:00 para ir desde San Antonio hasta el Mercado 4, allí se encuentra con otras personas humildes que le venden sus remedios.
“Mentira es que ganamos G. 20 millones anuales. Yo gasto G.100 mil al día, y gano G. 70 mil. ¿Cómo yo le voy a pedir factura a las abuelitas que me venden los remedios? Algunas ni zapatillas anga tienen piko van a tener factura para darme a mí, que también tengo que demostrar de dónde saco mercadería. Persiguen a gente humilde”, se quejó la señora. Calificó de injusto al nuevo sistema tributario.
Capacitación
Nilsa Cuquejo vende chipas y vive un drama similar. “Ellos dicen que si ganás G. 20 millones anualmente, vas a pagar G. 20 mil mensual. No es mucho, pero ni nunca en la vida nosotros ganamos esa cantidad. Deberían hacer un curso para informar cómo se hace, por que si no entendés, vas a tener que pagar a un contador, ese es otro gasto”, se plagueó ña Nilsa.
“Yo vendo por ejemplo por G. 70 mil a 80 mil al día. A parte del impuesto, la Municipalidad va a querer cobrarnos algún canon también. No sabemos qué lo que va a pasar, porque hasta ahora nadie se acercó a preguntarnos, a enseñarnos o algo así. ¿Quién va a controlar?, ¿ellos van a visitar puesto por puesto? En qué el gobierno va a gastar esa plata...”, dijo don Ramón Cristaldo, un yuyero que se encuentra apostado desde hace dos años en el paseo central de Bruno Guggiari y Antillas de Lambaré.
Todos deben pagar
El Impuesto a la Renta Personal (IRP) va dirigido a las personas que dependan o no de una empresa. Pueden ser abogados, electricistas, albañiles, entre otros, y que ganen hasta G. 80.000.000 anuales. En tanto que los pequeños comerciantes, como chiperos, vendedores de comidas, yuyeros y todo aquel que se dedique a la compra y venta ingresarían para el IRE (Impuesto a la Renta Empresarial).
Por otro lado, la SET aclaró que el monitoreo en Internet sobre las actividades de las personas en sus redes sociales no será una determinante sobre si uno es o no evasor del fisco.