Isaac Rodríguez quedó en shock cuando vio herido a su amigo. Uno de los tres cuidacoches que los acorralaron le lanzó una piedra en la cara. Tratando de desviar el golpe, Matías puso su mano y el cascote le dejó un feroz corte. Todo pasó en un abrir y cerrar de ojos. Como un eco, Isaac escuchaba la orden de los otros dos muchachos.
“¡Dame tu celular!”, repetía el adolescente que no superaba los 18 años, que rompió su ventanilla para amedrentar. “Dos estaban por mí, cuando mi amigo iba a subir como copiloto, aparece el tercero de la nada. Enseguida empezaron a amenazarme”, recordó. Ocurrió a eso de las 5:00 de la mañana del domingo entre las calles Palma y Yegros, en pleno centro capitalino, cuando salían de un bar.
Isaac comentó que luego de su publicación en las redes, mucha gente le escribió a contar que también pasó por la misma situación en esa zona. “Me escribieron varias personas contándome sus experiencias de semanas atrás nomás, a causa de los cuidacoches y de asaltantes que rondan por ahí”, indicó. La denuncia formuló en sede de la Comisaría 3ra. Metro y el hecho fue comunicado a la Fiscalía. Mencionó que los muchachos eran altos, flacos y de entre 15 y 18 años.
“Al comienzo era tipo ‘amigo, te cuidamos el coche, paganos’, pero le dijimos que ya le dimos a otro para que nos cuide, pero incluso mi amigo le pasó un billete chico. Pero ellos aceptan solo 10, 15 o 20.000 G. Ahí empezaron a ser más violentos”, dijo.
Isaac mencionó que en ese momento ni siquiera sabía dónde dejó su celular y no pudo cumplir con lo que le pedían. En eso, ya dentro de su auto, puso su billetera entre sus piernas intentando huir rápidamente con su socio, pero uno de los jovencitos se puso aún más agresivo.
“Estiró mi billetera y me volvió a pedir mi celular. Entonces sacó una botella vacía de entre su ropa y me golpeó, tenía dos botellas”, afirmó. El joven de 26 años, relató a EXTRA que al llegar y estacionar, ya habían pagado a otro cuidacoches, pero que cuando salieron ya no estaban las mismas personas.
Mientras los delincuentes rajaban, subieron al auto y fueron al Hospital de Trauma para ser atendidos de sus heridas.