Años anteriores, por estas épocas, distintas municipalidades y organizaciones ya se ponían en campaña para poder juntar los mangos que se encontraban en las calles.
Pero la fruta tradicional del verano, al parecer, tardará un poquito más en invadir las calles como una alfombra amarilla.
A pesar de las dificultades de los pocos mangos, Rossana Galeano, presidenta del Comité de productores Areguá, dijo que están realizando ferias para vender distintos productos derivados de esta fruta tropical.
Desde mermeladas, hasta empanadas y ravioles de mango. ¡También hay milanesas!
“Estamos asistiendo a distintas ferias para invitar a la nuestra, que será en enero. Esperamos que para esa época ya tengamos un poquito más de frutas”, indicó.
Agregó que se complica un poco la recolección, ya que incluso los que están aún por madurarse están quemados o arrugados, pero que siempre hay para salvar, al menos para cada presentación que tienen.
La feria de mango en la capital de la frutilla nació hace seis años, justamente de la mano de Galeano. El próximo evento será el 8 de enero.
“Lastimosamente en nuestro país se desperdicia el mango. Nosotras también hacemos talleres para las organizaciones que quieran arman un negocio con esta fruta tan noble”, explicó.
Las otras frutas de estación también están sufriendo los golpes de la sequía. Además de estar los precios por las nubes, la gente se queja de su calidad.
En el Mercado 4, por ejemplo, la banana por docena pasó de costar G. 12 mil a G. 20 mil en pocos días. “La gente no quiere comer porque viene fea y está cara”, dijo un frutero a Telefuturo.
Las naranjas también están a G. 20 mil la docena o 3 por G. 5 mil. La piña 3 por G. 20.000; melón G. 8.000 por unidad ó 2 por G. 15 mil y la uva a G. 30.000 el kilo. Esta última fruta también sufrió una suba, antes costaba G. 25 mil el kilo.
Sequía sería la explicación de la escasez
Víctor Benítez, ingeniero agrónomo, explicó a EXTRA que esta rareza ocurre debido a las sequías registradas este año. “Es extrema consecuencia de la crisis climática y no estamos recibiendo las señales que nos envía la naturaleza”, lamentó el profesional.
Indicó que normalmente la planta de mango es muy noble y resistente, soporta tormentas extremas y es casi imposible ver a este árbol quebrarse. Eso sí, los que están en las calles puede absorber diariamente contaminación generada por 100 autos y generar frescura de ocho aires acondicionados.