Este octubre, mes de los bomberos voluntarios, los del cuartel de la Primera Compañía de Yaguarón soñaban con juntar G. 100 millones para comprar un carro hidrante, pero la crisis golpeó hasta a los bolsillos solidarios.
Isabel Baruja, presidenta de la Asociación de Peluqueros de Yaguarón, no quería quedarse con los brazos cruzados e ideó una jornada de cambios de look para ayudar en algo a los voluntarios.
“Se me ocurrió que podríamos poner un precio fijo para que la gente elija el corte que quiera, pero también colabore con la causa”, dijo a EXTRA.
Isa, como se la conoce en su ciudad, logró juntar a otros 12 colegas para la jornada. Llegaron más de una veintena de hombres y mujeres a ser atendidos.
“Los bomberos se merecen que se les ayude. Estoy muy feliz de poder aportar un granito de arena”, expresó.
Agradecida
Otra persona que no quiso dejar de ayudar es Marina Cabrera (50), conocida por todos como Ña Chiqui, una vendedora de pororós dulces y salados, pero esta vez puso a disposición sus ganancias para la alcancía de los bomberos.
“Hago con mucho cariño porque son los primeros en auxiliar a las personas sin pedir nada a cambio y porque también les debo mucho”, comentó.
Ña Chiqui recordó que, en más de tres ocasiones, sus vecinos “amarillos” acudieron a ayudarla cuando sus hijos sufrieron accidentes caseros y quemaduras.
“Venían a mi casa a hacerle las curaciones. Eso para mí es impagable. Creo que no merecen salir a las calles a pedir algo que les corresponde por ayudar a la ciudadanía”, opinó.
El capitán Jesús Benítez explicó que muchas compañías están haciendo diversas actividades para poder cubrir algunos de los gastos que tienen.
“Nuestro objetivo era llegar aunque sea al 25% de esos 100 millones (G. 25.000.000). Ahora mismo tenemos 23 millones”, precisó. El voluntario explicó que ayer cerraron oficialmente la campaña anual y que espera más colaboraciones el año que viene.
