Un escándalo de aquellos se armó en plena calle porque una mujer, totalmente poseída por los nervios, le pegó todito mal con un arreador a su expareja. La violenta escena fue grabada por una persona que fue testigo del terrible hecho.
El hombre tuvo que correr de la señora, quien a los gritos le reclamaba varias cosas. El sujeto se metió a la casa de su vecina para evitar seguir siendo atacado.
El señor tuvo que entrar a una casa ajena
Pero lo grave del caso es que en la vivienda donde se metió el señor estaban algunos niños que vieron el tumulto y se asustaron grande, según indica una información difundida por el portal digital “Conexión Salto del Guairá”, en su cuenta de Facebook.
Senepero
El incidente familiar pasó en una calle del barrio El Portal, del Km.7 de la ruta PY03, donde fue atacado un señor llamado José Luis, quien es un trabajador de Senepa, según agrega el portal informativo de esa zona del país.
Su expareja es vecina del barrio San Antonio y actuó de esa manera acompañada de su propia hija.
Por mensualidad
La razón del brutal ataque habría sido porque don José Luis se atrasó en el pago de la manutención de sus hijos.
Además, la mujer le exigía a cada rato que le entregue la llave de un auto, que el hombre tenía.
En cierto momento se ve en el video que la hija de la pareja interviene para tratar de atajar a su mamá, para que el hecho no pase a mayores.
De acuerdo al mencionado portal noticioso, el problema creó otro lío en el entorno de la familia en cuya casa se fue a pedir auxilio el señor.
Es que las criaturas de esa vivienda quedaron con graves secuelas psicológicas por culpa de los gritos, forcejeos y palizas que presenciaron repentinamente.
¿Y la denuncia del ataque?
Agentes policiales de esa zona señalaron ayer a EXTRA, vía telefónica, que hasta el momento no recibieron denuncia por violencia doméstica de parte de ningún hombre de la localidad.
Los uniformados agregaron que quizás en las próximas horas reciban la denuncia, aunque comentaron que generalmente los hombres no hacen acusaciones de este tipo por temor a que los pobladores se burlen de ellos.