Fabio González Vázquez (23), un cobrador de una empresa de créditos personales, con sucursal en Coronel Oviedo (Caaguazú), recibió la orden de que tenía que presentarse en la oficina para volver a hacer sus recorridos, aunque su ramo no se ajusta a ninguna de las excepciones para circular.
Le dieron una constancia de trabajo, pero todo salió mal. En el peaje de J. Eulogio Estigarribia, (Caaguazú), donde es su zona de cobro, la policía lo detuvo y lo llevaron hasta el calabozo, le explicaron que el papel no es válido.
“Prácticamente nos obligan a salir, no queremos perder nuestros trabajos pues. Nosotros dependemos de los cobros para hacer nuestro pan de cada día. Mis compañeros ahora tienen miedo de salir por lo que me pasó el primer día que queríamos volver a trabajar”, dijo preocupado a EXTRA.
Ser cobrador en tiempo de pandemia no es fácil, la gente no tiene plata, le caés mal cuando aplaudís en el portón y como el caso de Fabio, cuando comenzó a trabajar, fue detenido, preso e imputado por violar la cuarentena.
Los mbói no paran
Elizabeth Giménez, de Caaguazú, por ejemplo, no se salva de que los lunes llegue su colchonero por la cuota. “No sé cómo se salva hasta ahora de los controles. Dos veces ya vino de balde”, indicó.
3.954 detenidos: Desde que comenzó la cuarentena hasta ayer. También hubo ya 3.319 motocicletas incautadas porque sus dueños violaron la cuarentena, según la Policía Nacional.