Géssica Caballero, de Caaguazú, culminó en noviembre su tercer y penúltimo año de la carrera para oficial de policía.
Todo iba bien hasta que, al día siguiente de culminar sus exámenes, le pidieron que vaya al Hospital Rigoberto Caballero de Asunción para un test psicológico.
Allí le diagnosticaron que es violenta, además de que supuestamente no demuestra respeto a sus superiores.
“Nunca tuve ningún problema, nunca le pegué a nadie. Nunca tuve problemas con los superiores ni con los antiguos”, mencionó Géssica Caballero.
La cadete tiene un promedio de 4.5 en la Academia Nacional de Policía en Luque. Señaló que presentó un recurso de reconsideración a la Comandancia.
Las clases empiezan el 23 de febrero y ella está fuera, a nueve meses de egresar.
“Que le digan que no es apta para ser policía es incoherente porque al ingresar se le hizo el test psicotécnico”, refirió la mamá, Liliana Ávalos.
Intentamos conversar con el director de la Academia, Crio. Ppal. José Sosa y no atendió al número con terminación 01.
Problemas lumbares
Géssica Caballero comentó que en el primer año le pidieron que alce una cama y el peso le afectó severamente sus caderas, pero que esto no fue impedimento para seguir en la academia.
“Por este impedimento que hoy tengo no puedo hacer ejercicios intensos, pero puedo desempeñar otras funciones normalmente como oficial de policía”, sentenció la cadete.