Con apenas 17 años, el ovetense Sebastian Cano Sanabria pasó a la historia de nuestro país.
El adolescente se convirtió en el primer paraguayo en ganar una medalla de oro en Matemáticas y lo hizo en la Olimpiada Iberoamericana.
El bocho contó a EXTRA que desde muy pequeño sintió una gran pasión hacia las matemáticas y asesorado por la OMAPA (Organización Multidisciplinaria de Apoyo a Profesores y Alumnos) pudo ganar varios concursos hasta llegar a este último, donde competiría con otros equipos de 23 países de habla hispana.
El joven detalló que esta competencia se hizo por primera vez de forma virtual.
Hubo dos días intensos de ejercicios que resolver, todos “muy complejos”.
“Lo que se tiene mucho en cuenta es el proceso para llegar a un resultado. Me preparé mucho. Llegué a ganar una medalla de plata, pero quería el oro. Y pude alzar en el podio a mi país, me emociona mucho”, indicó.
Sebas termina este año el Bachiller con énfasis en Ciencias Básicas e indicó que cuando empezó a “entrenarse” con OMAPA sintió una diferencias en cuanto a lo que dan en el cole con compañeros de la capital, pero que gracias a la organización se puso al nivel con la práctica. Además de hacer su propia rutina. Cuenta que invierte tres horas en el estudio. Busca y realiza ejercicios matemáticos.
“Me hago de tiempo libre para estudiar y practicar. Mis profesores me pasan algunos datos también”, dijo.
Sebas asegura que no es el típico “nerd” o sabiondo, indicó que le gustan otras actividades, como salir con sus amigos (cuando no era pandemia) y por sobre todo, le gusta mucho la música. Ejecuta el piano, que le ayuda a distraerse.
Y hablando de “distracciones”, el jovencito indicó que para lo único que ahora no tiene tiempo es para tener una relación.
La Municipalidad de Coronel Oviedo distinguió con un reconocimiento como Ciudadano Destacado a Cano Sanabria. En tanto que sus compañeros del Centro Educativo Diocesano “Monseñor G. Pechillo” le hicieron una caravana para celebrar con él. “Ahora es un orgullo nacional”, dijo su director Carlos Balmoriz.