Esperanzado, pese al paso de los días, Juan Carlos Casco llegó ayer hasta la comisaría de Juan Manuel Frutos, Caaguazú, para saber si alguna pista había ya sobre las personas que se llevaron a su bebito.
Más tarde, recibió la visita por quinta vez de los agentes de Antisecuestros de la Policía en su casa. Ellos le mostraron los bocetos del identikit de los presuntos autores.
“Nos mostraron la foto que ellos hicieron, pero no se puede hacer nada porque no hay ni rastros”, lamentó Casco.
Con idas y venidas a la comisaría y Fiscalía, hoy pasaron ya 20 días, de aquel 4 de septiembre, donde ladrones irrumpieron en su domicilio y se llevaron a su hijito, que el 22 cumplió dos meses.
“Su hermanito tiene 9 años, todas las tardes llora y con su mamá intentamos calmarle. Le decimos que enseguida nos van a devolver a su hermanito, pero igual todos los días llora porque quiere verle”, afirmó con la voz quebrada de tristeza.
Mencionó que sospecha que su cuñada podría estar detrás, pues le había robado un celular hace 5 meses, cuando se dejó de su hermano. “Ella era muy borracha. El día que le llevaron (a su bebé) me llamó y me dijo cómo estaba. A las 9 le llevaron y a las 11 me llamó y le dije que cómo iba a estar bien si le secuestraron a mi hijo. ‘Quién le va a querer secuestrar a tu hijo’, me dijo”, expresó.
“Le dije a la policía que le agarre porque viaja mucho. Le agarraron dos veces y negó todo. Yo digo que hay que presionarle, llevarle a Asunción para investigar mejor”, expresó Casco desconsolado. “No quiero hablar de balde pero hay algunos sospechosos”, finalizó.
“Frente a casa”
“Prometo que cuando me devuelvan a mi bebé todo se va a acabar ya, no va a haber denuncia. Tienen que dejarle no más frente a mi casa o en algún lugar y yo le busco a mi bebé, pero yo le necesito a mi hijo”, dijo Casco.