Todo un año esperando el décimo tercer salario; finalmente los docentes recibieron su pago y “antes de que cante un gallo” a muchos de ellos ya se les escapó nuevamente de las manos.
“En deudas, ropas y siempre remodelamos nuestra casa. Yo justo soy soltero y aprovecho para salir a vacacionar, pero turismo interno nomás. Otros aprovechan para hacer estudios médicos porque en el periodo escolar es muy difícil”, explicó el profesor Basilio Papo Torres.
“Yo también aprovecho para autoregalarme. Voy a la peluquería y me hago un retoque general. Además estoy construyendo mi casa y me viene súper bien porque los materiales son caros. Y ya me cansé de pagar alquiler”, explicó la profe Celsi.
“Destiné mi aguinaldo en pagar algunas deudas. También para la pintura exterior de la casa, dentista, cuotas de la facultad de mi hija, ha opama upépe aguinaldo”, bromeó la profe Cristi Torres.
Falta
Un grupo de docentes se mostró molesto porque cobró solo el aguinaldo. Es decir, el monto equivalente a sus salarios y no se sumó los otros beneficios como bonificación y antigüedad.
“Un aguinaldo que llega tarde e incompleto y pensar que los otros funcionarios cobran doble aguinaldo anticipado y completo. A la vuelta de la esquina, el IRP otro saqueo para el humilde docente”, se quejó Aldo Valdez.
“¿Hasta cuándo vamos a permitir esto de cobrar a cuotas? No podemos pagar ni nuestras cuentas, mas hay muchos compañeros que se sacrifican kilómetros para percibir sus haberes y tienen que venir 10 veces para cobrar sumas miserables”, dijo Julio Ayala.
Ni el Ministerio de Educación ni Hacienda emitieron un comunicado sobre el supuesto faltante que denunciaron los educadores.