Celulares, tablets, computadoras y hasta el televisor son muy comunes en el hogar, pero hacen un silencioso daño a los niños, advirtió la Organización Mundial de la Salud. Aunque parezca tedioso y hasta un reto el control del uso en los más peques de la casa, afirman que usar mucho las pantallas puede tener efectos muy negativos en su crecimiento.
Distanciamiento: al cambiar la interacción social por las pantallas, los niños se vuelven más sedentarios y se encierran en su propio mundo.
Esto repercute directamente en varios aspectos, principalmente causando obesidad, lo que a largo plazo puede generar una diabetes temprana en niños y adolescentes.
Incentivar el juego: resaltaron que el juego es importantísimo para el desarrollo del cerebro y las prácticas al aire libre, para ejercitar el cuerpo.
Tiempo en familia: Evitar que lo usen durante desayuno, almuerzo y cena. También hasta 2 horas antes de dormir. Incentivar la lectura.
Enseñarles los efectos y a usar sanamente: no dar datos personales, no quedar con desconocidos, no introducir datos bancarios, emplear el lenguaje correcto.
Vigilarles: cuidando el tiempo y contenido en función a la edad y comprensión del niño para que sea un factor positivo.
El exceso de uso causa:
- Obesidad: por el aumento de peso desde temprana edad.
- Pérdida de sueño: reparador en tiempo y calidad.
- Trastornos de la conducta: el niño se pone irritable.
- Decaimiento: el niño pierde el interés en las cosas y los juegos.
- Retrasos: en el lenguaje y aprendizaje que repercuten en el rendimiento escolar.
- Trastornos emocionales: le cuesta expresarse y genera pérdida de la autoestima.
- Atención dispersa: no puede concentrarse.
- Adicción: a la pantalla, a los juegos, a los vídeos, etc.
Tiempo recomendado según la OMS:
- De 2 a 4 años: nada de pantallas.
- De 5 a 7 años: hasta una hora al día.
- De 8 a 17 años: no pasar dos horas diarias.