Locura en los octavos de final de la Liga Concacaf, donde debutó nada menos que el vicepresidente del país Surinám, a sus 60 pirulos ante el Olimpia de Honduras, dirigido por el ex DT campeón con Cerro Porteño, el argentino Pedro Troglio.
El resultado del juego quedó para la anécdota en el momento en que Ronnie Bunswijk saltó a la cancha y encima portando la cinta de capitán del Inter Moengotapoe, club del que es dueño. El político disputó su primer partido oficial y se convirtió en el futbolista más veterano en jugar un duelo internacional a nivel de clubes (60 años y 198 días). Ronnie portó el dorsal 61 por su año de nacimiento. Por cierto, para colmo de la ironía, él nació 6 meses antes de la creación de la propia Concacaf.
Insólito, muy lindo, ere eréa, pero al finalizar el partido, se viralizó un video en el que se le ve al gobernante repartiendo dólares a los jugadores rivales. La Concacaf avisó en sus redes que le investigarán por eso. El elenco hondureño también tuvo que emitir un comunicado y se pusieron a disposición.
Oscuro pasado
Pero al mismo tiempo saltó el oscuro pasado del jugador de la discordia. El segundo al mando de aquel país estuvo relacionado con el tráfico de drogas y las guerrillas. Fue ladrón de bancos y tiene unos 50 hijos. Además, tiene orden de captura de Interpol, razón por la que no podrá viajar para disputar el partido de vuelta.