Con un 1-1 Ameliano decretó el histórico tercer descenso del Chanchón.
Por historia, por su gente, por toda una República, el auriazul estaba obligado a salir a buscar el triunfo, de hecho Luque tomó las riendas del encuentro, pero no concretó las chances que le tocó ante un rival que aguantó bien los embates. Ameliano apenas tuvo dos claras, a los 20 minutos Martinich asustó al rival con un potente disparo al travesaño. Y a los 42’ de un pase largo, Jorge Giménez quedó mano a mano con Gavilán, definiendo como corresponde y así decretó el primero del partido.
Con la ventaja, el equipo del Botellón García aprovechó para salir un poco de su encierro mientras aumentaba la desesperación del rival. En el complemento el nerviosismo creció aún más por la falta de claridad para generar situaciones de gol.
Fue entonces que Zahzú mandó a la cancha a Rodrigo Castro, al poco tiempo de reanudarse el encuentro, en lugar de Iván Colmán, sustitución que rindió sus frutos a los 77’ cuando el mismísimo Castro puso la paridad.
En ese momento se prendía la luz de esperanza para mantener la categoría. Al toque Castro tuvo otra para la remontada, pero no apuntó bien su potente disparo que terminó por encima del travesaño. Los minutos finales fueron infartantes, así como el Auriazul tuvo todo para llevar el juego a los penales, Ameliano también pudo liquidar el expediente. Carlos Castro casi fulminó al Kure cuando un potente remate pegó en el parante superior. El pitazo final sentenció la suerte de Luqueño y lo mandó a la B en su centenario, mientras que Ameliano logró la hazaña y ahora jugará en Primera.