No hay dudas de que agosto solo ha traído mala vibra y mala cosecha en La Toldería del Cacique, que anda deambulando en el torneo Clausura. El presidente de Guaraní, Luis Alberto Acosta, se mostró muy preocupado. Lo insólito fue que ni siquiera el mal momento de su equipo le hizo enojar tanto como el tiroteo de su colega cerrista, Juan José Zapag, contra sus pupilos.
“Supongo que Zapag habrá declarado en caliente y espero una rectificación. Y si él no se rectifica, no pasa nada, nosotros seguiremos adelante. Le quiero recordar nomás cómo ellos le llevaron a Fabbro, creo que le está superando varias cosas”, tiró El Cacique Mayor.
Eso sí, Acosta no ocultó su disconformidad con Juan Azconzábal, DT Aurinegro, no solo por los malos resultados, sino por algunos inventos.
“Creo que ya es hora de que el técnico se dé cuenta y cambie, o si no se nos viene la noche. Está probando siempre con lo mismo. El DT está amoblando la casa, pero pone el sofá en el baño”, se quejó Toti, refiriéndose al cambio de posiciones de algunos futbolistas en la cancha.
terminó el amor
En medio de todo, Toti Acosta recibió un retruco inesperado. Sí, de su hermano Carlos Acosta. “Les pido a los hinchas que ya no digan más los Acosta de Guaraní, esa es una mancha que no se merecen mis padres”, le bajó el exdirectivo, avisando que Juan Alberto es el único de la familia que sigue.
Carlos acusó a Diego Benítez, actual directivo de Olimpia y exgerente del Indio, de ser la manzana de la discordia. “Benítez nos jugó sucio y decidimos sacarle de la familia. Le dijimos eso a Toti, que él le iba a joder, pero no nos hizo caso. A Benítez si le paso la mano, lo hago con guantes, porque de por ahí no me vienen todos los dedos”, tiró en la 730 AM. Diego salió de Dos Bocas y fue a Para Uno junto con el DT Daniel Garnero y el golero Alfredo Aguilar.