Muchos aseguran que para el deporte la edad no es solo un número, y que lo diga Felipe Nery Silva de 65 pirulos quien se hizo atleta ya de mayor en el 2009 cuando intentaba superar un tropezón de la vida.
“Inicié a los 54 años sacando un bien de un mal. Tuve un accidente, estuve postrado mucho tiempo. Angustiado de tanto estar encerrado salí a caminar. A los dos días escucho en una emisora que iban a realizar una corrida por la fundación de mi ciudad Hohenau. Sin pensarlo dos veces fui a participar sin ninguna preparación. En una distancia de 8 km llegué en el tercer puesto que para mí fue lo máximo, para mí fue la gloria”, contó a EXTRA.
Desde ahí no paró más de correr, se volvió un maratonista y rápidamente se posicionó como el número 1 de su categoría a nivel nacional. “Me di cuenta que ese era el deporte que me gustaba, algo que me apasiona”, comentó.
Incluso con la mejor marca oficial de su carrera, 3 horas y 17 minutos en los 42 kilómetros 195 metros de distancia, supera a competidores más jóvenes de 40 años para arriba.
Por hacer historia
Años atrás dejó muy en alto la bandera paraguaya logrando un noveno lugar entre corredores de 86 naciones en el Mundial de Brasil.
“Fue todo un orgullo representar a mi país porque nunca se me había cruzado por la mente”, dijo.
El fondista clasificó también para el Mundial de Francia del 2017 pero no viajó por falta de recursos y se quedó con la espina clavada.
“Seis meses estuve practicando duramente y muy convencido de que iba a llegar entre los 3 primeros porque en mi mejor práctica bajé mi tiempo a 3 horas y 8 minutos”, indicó.
No obstante, Felipe Nery continúa en ritmo entrenando por Itapúa y cuando se reanuden las maratones después de la pandemia intentará cumplir su mayor objetivo.
“Mi meta es llegar a ser campeón del mundo”, confesó.