El primer dirigente que salió a hablar del campamento franjeado post eliminación de la Copa Sudamericana fue Pedro Balotta, que puso en la balanza lo bueno y lo malo de la campaña internacional de Olimpia.
Como a todos los hinchas de la O, al vicepresidente también le extrañó la forma en cómo el conjunto titular encaró el duelo de vuelta contra Goianiense. “Faltó combustible, algunos jugadores no estaban en el nivel que podían haber estado, ya es una cuestión que con el diario del lunes es fácil decir, pero pareciera ser que el equipo estuvo maniatado, sorprendido o demasiado confiado”, manifestó en conversación con el EXTRA de Fútbol a lo Grande (1080 AM).
Para el directivo del Rey, con el favoritismo no se ganan los partidos, refiriéndose a lo que le pasó a su club y a otros que tienen mejor plantel. “Este equipo era totalmente pasable, pero hay que entender que no existen los equipos chicos. El fútbol es 11 contra 11 y cada uno depende del alma, corazón y vida que pongan en la cancha. Nosotros somos tan susceptibles como cualquier equipo, no somos los galácticos, pero hasta los galácticos perdieron”, deslizó apuntando hacia la Huerta o quizás hacia barrio Obrero.
Agregando en su análisis las eliminaciones de Cerro Porteño y Libertad, lamentó la pésima imagen que mostró el balompié nacional en el plano internacional. “Realmente nos sentimos frustrados. Estamos dolidos todos, hinchas, periodismo, el país porque ahí no damos cuenta qué nivel tiene el fútbol paraguayo. Tenemos que mejorar en todos los sentidos, el arbitraje, las inferiores, y el campeonato”, mencionó.
Lo positivo
Así como señaló los puntos flojos del Expreso Decano, Balotta recordó desde dónde partió y que obstáculos chuleó como para darle más valor al recorrido realizado. “Se hizo mucho y se llegó bastante lejos, arrancamos de allá atrás para ir quemando etapas en la pre Libertadores y llegamos a la zona de grupos. Nosotros queríamos ganar la Sudamericana, teníamos equipo y estuvimos a un penal de diferencia de pasar. Todo lo que se hizo se echó por tierra y probablemente el fanático no se va a acordar todo lo que pasamos sin dinero y sin refuerzos”, remarcó.
El Léka ahora respirará profundo y tratará de gritar campeón en le torneo casero. “Necesitamos paz y tranquilidad todos, tanto plantel de jugadores, técnicos, dirigentes y mirar para adelante, esto no para. Hicimos lo nuestro en el Apertura con un tercer lugar cómodo y ahora tenemos que pelear para ganar el campeonato”, deseó.