Luis Gini nos relató las anécdotas que acumuló durante toda su carrera. Jugó contra el “Rey” Pelé en el mismísimo Maracaná. Recorriendo un poco por la rica historia de nuestro fútbol nos topamos con la ilustre trayectoria de un gran lateral como lo fue en su época Luis Arnolfo Gini, quien arrancó su carrera en el 12 de Agosto de su natal Piribebuy, pero a los 17 años tuvo que abandonar la ciudad para alistarse a Sol de América, donde fue dirigido nada más y nada menos que por el Saltarín Rojo.
“Ahí estuve mucho tiempo (en Sol), cuando eso nuestro técnico era Arsenio Erico. Él me hizo debutar”, recordó Luis en una nota con EXTRA. Gini defendió al equipo Danzarín durante siete años y su destacada labor le sirvió para ser convocado a la selección paraguaya que disputó el Mundial de Suecia 1958.
Tras la Copa, Luis volvió al Paraguay, pero esta vez dio el gran paso al fichar por Olimpia, equipo con el que logró 6 títulos locales. De ahí fue a Rubio Ñu para luego migrar al The Strongest de Bolivia.
La tragedia de Viloco
Su paso por el equipo atigrado estuvo floreado de grandes momentos. Sin embargo, una de las historias que nunca olvidará fue el accidente aéreo ocurrido en la localidad de Viloco (La Paz) que le costó la vida a casi todo el plantel del The Strongest.
Gini se salvó gracias a una lesión. El exfutbolista contó que sus familiares ya lo habían dado por muerto. “Resulta ser que yo estaba en la lista de viajeros para disputar un torneo en Santa Cruz. En la noche antes del viaje yo me puse mal y me llevaron al hospital, ahí la enfermera dijo que yo, en las condiciones en las que estaba, no podía viajar. Justamente, en ese torneo participó Cerro Porteño. Y como antes había pocas radios, en la casa de mi cuñado había uno y ahí escucharon que mi nombre estaba en la lista, ahí ya limpiaron toda la casa para que yo venga (su cuerpo fallecido)”, mencionó.
“Yo salía por las calles de Bolivia y la gente me miraba diciendo '¿Este no se murió?’, ahí yo les decía: ‘No, alguien tiene que quedarse para contar la historia’. Mis familiares se enteraron después cuando tuvimos que ir a jugar un amistoso contra Boca Juniors (en Argentina), tuvimos que venir por el aeropuerto de Luque. Mi gente se fue y vieron que yo estaba y ahí recién se dieron cuenta que no fallecí en el accidente. Eso fue unos meses después de la tragedia”, relató el exjugador.
Hoy, Luis descansa en su amado Piribebuy y comparte todos los días con su amigo inseparable, Adrián Martínez.