Un apático Cerro Porteño recibió dos cachetazos por parte del Fluminense en su Nueva Olla más una del VAR y quedó mal herido en los octavos de final de la Copa Libertadores.
El azulgrana lució pesado y jugó con un tranco demasiado lento ante los cariocas que la movieron de aquí para allá en la primera media hora exigiendo varias veces a fondo al portero brasileño del Ciclón. A los 6’ Jean le tapó un sablazo a Nené, a los 9’ despejó un centro venenoso de Yago y a los 24’ contuvo un remate de Abel Hernández. Además, la visita impactó un tiro libre de Nené en el poste derecho cerca del ángulo.
Después de zafar de ese mal arranque, el equipo de Arce empezó a combinar bien especialmente por el sector derecho.
A los 32’ el Beto Espínola ganó raya de fondo y colocó el pase para Robert Morales pero le quedó muy atrás y disparó sin darle dirección de arco. En la siguiente acción, por la misma banda, Mateus lanzó un buen centró al corazón del área donde Mauro Boselli aplicó el testazo que fue desviado por el golero.
Ese buen momento azulgrana pudo haber sido coronado cerca del descanso cuando Coyote Rodríguez mandó el centro desde la zona zurda, ubicando al Matador que definió eludiendo al guardameta rapái. El asistente levantó el banderín, sin embargo, en la repe se notó que el lateral derecho del Flu salió tarde habilitando a todo el mundo. Inexplicablemente el VAR no corrigió el grosero error.
Sin dudas, el tanto no convalidado hubiera cambiado el rumbo del cotejo pero Cerro continuó fallando en defensa y ya no le perdonaron. A los 49’ Nené, que fue una pesadilla, castigó con un latigazo desde el borde del área y a los 61’, Egidio fusiló a Fernández para marcar el 2 a 0.
El descargo de Chiqui
La rabia de la Mitad Más Uno contra el arbitraje se vio reflejada en las declaraciones del Chiqui.
“Nos robaron a mano armada en nuestra casa. Fue un error muy grande, muy obvio, muy evidente. Es imposible que no se hayan dado cuenta. Ya nos meten la mano aquí y ahora nos meten la mano a nivel internacional”, reclamó el DT.