En el Monumental de Lima, al Ciclón le costó un Perú el empate de 1-1 ante el Universitario.
De arranque el partido pintaba para frotarse las manos, pero terminó siendo como para frotarse los ojos y empezar a bostezar, pues ambos equipos se mostraron bastante imprecisos.
Pero dentro de todas las imprecisiones, el Azulgrana tuvo la chance más clara para ponerse en ventaja. Es que el volante Juan Aguilar, solo frente al arco, tras un buen centro de Óscar Ruiz, remató alto, tipo jugador de rugby, desperdiciando una gran chance.
Fue así que la primera mitad acabó siendo como para alquilar colchones y esperar algo mejor para la segunda etapa del compromiso.
En el complemento, la película fue otra, ya pintaba tipo la película Rocky 4 ante el ruso Iván Drago, con los contrincantes aplicándole un golpe a golpe.
La primera chance la tuvo el elenco guaraní, con un zapatazo de Federico Carrizo, que hizo temblar el travesaño rival.
Los peruanos retrucaron con Jonathan Dos Santos, quien con un cabezazo estuvo a punto de desnivelar el marcador. Sin embargo, el golero Popi Muñoz se vistió de bombero para apagar el incendio, siendo esta una clara advertencia de lo que se les venía.
Hasta que sobre los 52 minutos, de un letal contragolpe, Alejandro Hohberg metió un centro preciso para que Dos Santos de cabeza ponga el 1-0 para los locales.
Esto obligó al Chiqui a mover sus piezas, poniendo en cancha a Sergio Díaz, quien le cambió la cara al Azulgrana.
Díaz acabó convirtiéndose en un dolor de cabeza para los incaicos, siendo justamente a él a quien que le cometieron la falta sobre los 64’. Tras un fuerte remate de Patiño, el arquero rival cedió un rebote, ante el oportunismo de Kure’i Ruiz, que con un potente remate de zurda puso el definitivo 1-1.
El juego de desquite será el miércoles 12, en la Nueva Olla, duelo que será a puertas cerradas por sanción de la Conmebol.