Detrás de cada sueño cumplido, casi siempre hay una historia de sacrificio y Susana Menelik es la prueba viviente de ello. La joven oriunda de Encarnación supo mezclar a la perfección su pasión, que es el balompié, con un trabajo por demás complicado. La joven es pasera y se encarga de trasladar mercaderías de Posadas hacia la Perla del Sur y viceversa.
“Nada es fácil, pero debemos adecuarnos al trabajo porque hay que generar plata y combinar con lo que a mí me gusta que es jugar al fútbol. Es por eso que me hago de tiempo, siempre que toque para entrenar o jugar”, contó a EXTRA.
De niña, a Susi no le entusiasmaban tanto las muñecas como correr detrás del balón, fue así que desde temprana edad desparramó talento por las canchas, hasta que el destino se encargó de poner las cosas en su lugar y terminó convirtiéndose en arquera, un puesto que también tiene sus complicaciones. “Mis primeras experiencias en la cancha las tuve a los 16 años en los torneos del colegio y las olimpiadas”, detalló.
Pero fue en la universidad donde cambió completamente su rutina. “Después a los 21, en la facu empecé a conocer más personas y ya me iba a jugar fútbol sintético, fue así que recibí la primera invitación para formar parte de un club”, agregó la joven, que además es Técnica en Administración Bancaria.
Inició su carrera en el 22 de Setiembre encarnaceno, para luego pasar a préstamo a Nacional. “A veces llego recansada, muerta, pero aguanto, porque hago lo que más me gusta”, remarcó.
A sus 29 años, Susi se encargó de hacer camino tanto en lo deportivo como en lo personal porque su muestra de perseverancia y disciplina la llevaron a ser una de las jugadoras más admiradas del plantel tricolor.