
El flamante refuerzo del Ciclón, Diego Lugano, se está acomodando en nuestro país y trabajando a full para poder debutar con la camiseta azulgrana. El defensor charrúa ganó protagonismo por una conversación que tuvo con un medio radial de su país, donde contó cómo se adapta a la vida asuncena.
“Acá tienen una frase: ‘A Asunción llorás cuando llegás, por lo feo que es y llorás cuando te vas, por el cariño de la gente, la ciudad y todo el entorno’, y puede ser así, porque me recibieron súper bien”, confesó el experimentado jugador.
La “Tota” también se refirió a la rivalidad del Ciclón con Olimpia, como así también al eterno sueño del pueblo cerrista: la Copa Libertadores.
La eterna obsesión
“Cerro Porteño es un equipo grande, que tiene la gran ilusión de ganar la Libertadores por primera vez. Esa es la gran desventaja que tiene con Olimpia, el otro grande. Se ve que la Copa es la obsesión de Cerro, porque desde que llegué es lo que más me transmite la gente. No está mal la obsesión que tienen por la Copa, pero hay que ir con tranquilidad”, advirtió Lugano.
Diego admitió que ya se reunió con algunos compatriotas que están jugando en Paraguay. “Estuvimos cenando con el “Popi” (Muñoz), Rodrigo (López), con el pelado Orteman y Ale Silva, que ahora está en Olimpia”, expresó el nuevo zaguero central azulgrana.