Ni la épica goleada a Táchira y mucho menos el subcampeonato del Apertura le hicieron modificar de postura al presidente de Olimpia, Miguel Brunotte, que se mantiene firme como rulo de estatua en su idea de recortar el plantel franjeado.
Luego de la vergonzosa derrota en Brasil ante Inter, el mandamás del Decano tiró en caliente hasta la cantidad aproximada a los que les iba a decir chauchescu, número que se mantendría casi inalterable.
“Había mencionado que van a ser entre 10 a 12 jugadores, y me preguntaron si eso cambiaba con la clasificación a octavos de la Libertadores, y no cambia”, ratificó en rueda de prensa.
En estos días el Rey de Copas hará pública la lista de las bajas y altas. “El campeonato y la evaluación terminaron ayer (domingo). Esta semana vamos a dar a conocer todas las pautas de la reestructuración de quiénes van a salir y también las incorporaciones”, adelantó.
La poda es sinónimo de oxígeno económico para un Léka kangy por la pandemia.
“Tendremos una reducción del 30 al 40% del presupuesto, pero eso no significa que dejaremos de tener un equipo competitivo”, aseguró.
La filosofía de ser más jopy para el segundo semestre irá de la mano con dar prioridad a los chicos de la casa que vienen golpeando la puerta por una oportunidad. “
En cuanto a las incorporaciones nos vamos a fijar en la cantera, si no hay vamos a mirar el plano local. Recién en la tercera etapa vamos a fijarnos en el mercado internacional”, indicó.
Premio consuelo
Pese al descontento con el rendimiento de ciertos futbolistas, para Brunotte fue aceptable la campaña del Expreso Decano que se acostumbró a subirse a los podios.
“Queríamos ser campeones pero nos quedamos con el vice. Mirando las estadísticas en los últimos torneos fuimos primeros o segundos y tenemos que estar orgullosos de eso”, valoró.