Capiatá organizó la fiesta en el Este para que el Ciclón se reencuentre con su afición. Cerro Porteño puso de su parte, hizo un partido apático, pero muy inteligente, para redondear una noche de festejos en el Alto Paraná y consolidarse en la cima del Apertura.
Golpes certeros
La primera parte fue un duelo equilibrado, donde Capiatá propuso golpe por golpe. Sin embargo, a los 32’, Juanito Alfonso no pudo desactivar del todo un misil de Díaz. El arquero auriazul cedió el rebote, de yapa, tumbó a Ortigoza en el área y se fue expulsado. “Orti” puso manos a la cintura y desató el primer grito sagrado desde los doce pasos, rompiendo cualquier intento de resistencia del Escobero.
Lejos de deleitar a su hinchada, Cerro Porteño decidió bajar el ritmo y casi fue sorprendido en varias ocasiones por exceso de confianza. Incluso, el propio Diego Barreto tuvo que extremar recursos para evitar la paridad.
Pero, cuando el juego se apagaba, hubo otro reencuentro, el de Guillermo Beltrán con el gol. El “Memo” cerró de gran forma un tremendo desborde de Bonet para cerrar la fiesta con el alocado cántico de la hinchada azulgrana en el Antonio Aranda.