20 abr. 2024

Barra azulgrana llevó comida a indígenas en estas fiestas

Hinchas organizados de Cerro Porteño vivieron a flor de piel el espíritu navideño. La Plaza Sajonia dio el ejemplo y colaboró con los más necesitados.

La solidaridad es una cualidad capaz de generar cambios profundos en las personas. Eso fue exactamente lo que pasó con Andrés Bogado, un hincha fanático de Cerro Porteño, quien decidió pasar las fiestas de fin de año de una manera diferente.

“Esta es una tradición que empezó más o menos hace 13 años atrás. Una navidad, después de una farra, me encontré con un amigo quien quiso compartir conmigo lo poco que tenía, fue en ese momento que decidí que en estas fechas, lejos de comprarme ropa nueva o gastar en comida para mí, dije que compartiría lo que tengo con la gente que necesita”, explicó Andrés a EXTRA.

Comenzó como un gesto personal pero poco a poco se fueron sumando personas y grupos a la causa. Esta vez la barra organizada La Plaza Sajonia se encargó de aportar su granito de arena y ayudar a uno de sus integrantes en tan noble gesto.

“La cantidad de gente que colabora suele variar, algunos años estamos entre muchos y otros somos pocos. En esta ocasión trabajamos entre 4 personas”, añadió.

Comentó que los ingredientes para cocinar provienen de las personas que nunca se niegan a aportar. “Generalmente a la gente le pido que me done ingredientes antes que plata. Lo bueno es que hay muchas personas de buen corazón que siempre colaboran”, añadió. El menú esta vez consistió en una suculenta salsa de pollo con arroz que fue entregado a los indígenas apostados en los alrededores de dos plazas capitalinas.

Combo completo

Este año el desafío fue mayor ya que prepararon la cena en las dos fechas especiales, el 24 y el 31 de diciembre. “En Navidad recorrimos la plaza Uruguaya, fue ahí que unos amigos, también de la barra, me dijeron si me animaba a hacer lo mismo en la víspera de Año Nuevo, entonces nos pusimos en campaña y lo hicimos”, explicó.

Andrés detalló que para el 31 lograron preparar unos 70 platos de comida, que llevaron a la comunidad indígena instalada en la plaza de la Democracia. “Casi nos quedamos cortos con la cantidad de alimentos ya que finalmente estaban entre 85, entonces tuvimos que ir a buscar más comida. Casi nos quedamos sin comer, pero valió la pena”, remató Andrés, instando a que otros sigan el ejemplo.