Abuelo pidió farra puku franjeada por su cumple

Los 103 años de don Marciano fue con doble festejo. Su deseo: unidad familiar y que viva Olimpia.

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Familiares y amigos fueron a felicitar al olimpero de la familia. (FOTO: ALCIDES CUBILLA)

El cantar del gallo anunciaba un año más de vida. Despertó y, con caminar lento, fue a ver el maravilloso día que tenía de regalo. Tomó un espejo y se puso a afeitar su canosa barba. Aquella no era una fecha cualquiera: Don cumplía 103 años y celebraría por segunda vez en la semana su esperado cumple. Días antes, hijos, nietos y otros familiares lo acompañaron en un lindo agasajo, en una quinta de . “Ese día estuvimos unos cuantos de la familia, él pidió una fiesta con los colores de su club y le cumplimos”, contó Alcides, su nieto.

El blanco y negro adornaron tamaña ceremonia, tal como adornan la vida futbolera del tierno abuelito. “Es fanático olimpista, no se pierde un solo partido de su club, la mayoría es olimpista gracias a él”, agregó.

Tanto le gustó la particular temática que quiso un rekutu. “Ayer volvió a pedir un festejo franjeado. Siempre dice que en su cumpleaños quiere una farra puku porque somos muchos y si algunos no pudieron llegar en la primera farra, pueden llegar en la otra”, contó Alcides.

Fue así que en Ñemby don Marciano volvió a apagar las velitas al son de la polca paraguaya y pidió dos deseos: “La unidad de la familia y que viva Olimpia”, reveló su familiar.

De inquebrantable salud y muchas ganas, el abuelo es inspiración para propios y extraños; no usa anteojos, lee perfectamente y, lo mejor, transmite la alegría de vivir. “Fue perseguido en la época de Stroesner, estuvo en la cárcel, pese a todo eso, sigue vivito y coleando y, sobre todo, siendo ejemplo”, añadió el joven.

Don Marciano terminó la jornada rodeado de su gente, de su amado y música púpe.

Marciano Cubilla

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