06 jun. 2025

“Mi marido prefiere mirar su fútbol que hablar conmigo”

Delia cuenta que el hombre tampoco quiere más tener relaciones con ella.

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Edith Moreno

Hola, soy Delia. Tengo 40 años. Hace 15 años que estoy con mi pareja. Al principio todo era lindo, nos reíamos por cualquier cosa, salíamos a pasear, cocinábamos juntos, orentéma voi.

Tenemos dos hijos, uno de 14 y el otro de 10 años. Tener tiempo para nosotros cambió desde que nos convertimos en papás. Por suerte tenemos nuestra casa propia, gracias al esfuerzo de mi marido.

El hogar

Yo me encargo de mantener la casa y cuidar a los chicos, mientras él trabaja mucho todos los días.

Ahora siento que todo cambió tanto entre nosotros. Como mi pareja trabaja todo el día, y claro, llega cansado, eso entiendo. Pero últimamente al llegar se baña, se pone cómodo y se mete directo a mirar videos de fútbol en su celular.

Ni siquiera me pregunta cómo estoy o cómo estuvo mi día. A veces siento que soy como un mueble más de la casa, que está ahí nomás, pero nadie le da bola.

Yo intento hablar, tirarle un tema, preguntarle algo, y él responde con monosílabos “sí", “dale”, “después vemos”. Y así pasa la noche y llega el siguiente día.

Lo que más me duele licenciada, es que en la cama estamos como dos desconocidos.

Hace semanas que no tenemos intimidad. Y cuando lo intento acariciar o me acerco, él se da la vuelta para el otro lado o me dice que está cansado.

No digo que todo tenga que ser como al principio, pero al menos un abrazo fuerte, un beso, algo espero, pero nada.

Yo soy una joven que se recibió, estudié Hotelería y Turismo e hice didáctica universitaria, y como me siento descuidada, como que ya no tengo nada que hacer, nadie con quien compartir, eso me bajonea, también tener que depender económicamente de él.

Sola

Entonces me entró a la cabeza la idea de trabajar, porque me siento sola, inútil acá, y encima él viene y no me habla.

Ahora enseño particular, tengo algunos alumnos, la verdad que la enseñanza es lo mío. Me encanta, y ya en varias ocasiones me reclamó que no tengo necesidad de trabajar. Ahora, ya le dije que voy a ver si puedo enseñar en un privado, y no quiere saber nada.

Entonces le dije que de qué me sirve a mí que él me mantenga, que dónde yo sé si es que él el día de mañana me deja o no, porque aparentemente ya no me quiere.

Ahí discutimos mal.¿Por qué se comporta así conmigo?

La respuesta:

Repetí conmigo: “Tengo derecho a sentirme amada, escuchada y respetada”. Sé que la vida cambia con los años, pero eso no significa que debas resignarte a vivir en silencio. Merecés una relación donde haya diálogo, apoyo mutuo y afecto. Entiendo que estás atravesando una etapa de profundo desgaste emocional en tu relación, donde sentís que te convertiste en alguien invisible para tu pareja. La falta de comunicación, afecto e intimidad te hacen cuestionarte si aún hay amor, y tus emociones son totalmente válidas. No es egoísta esperar ser escuchada, valorada y querida. El deseo de retomar tu vocación y trabajar no es una amenaza al hogar, sino una necesidad de reencontrarte con vos misma. Que él se oponga a eso habla más de inseguridad o control que de cuidado genuino. Yo pienso que nadie debería hacerte sentir culpable por crecer o buscar tu bienestar emocional.

Psicóloga y sexóloga clínica.