Muchas parejas utilizan la fantasía en las relaciones sexuales para evitar el aburrimiento. Algunas utilizan juguetes, lencería y todo tipo de fetiches. Pero también hay parejas que deciden trascender la fantasía y llevarla a la realidad.
Muchas personas necesitan la adrenalina para sentirse vivas, además, es recomendable combatir la rutina, ya que está comprobado que muchas parejas terminan por culpa del aburrimiento.
No hay que olvidar que la rutina lleva a la infidelidad, a la traición, y con eso se van perdiendo la comunicación, la lealtad y la tolerancia, hasta llegar al fastidio y el hartazgo. La diferencia con la mayoría de las personas “normales” y muy “morales” es que estas cometen infidelidades a escondidas de sus parejas y a traición; y las personas como vos y tu esposo no se están traicionando, además, y lo que sirve, es que están reavivando el fuego de la relación.
Si la relación va bien, si hay comunicación, si hay lealtad, si el sexo es bueno, si les gusta a los dos, si es consensuado, sin obligarse a nada y sin lastimarse, entonces es aceptable. Al final de cuentas es con tu esposo.
En cuanto a lo moral, el hecho de tener sexo con otro hombre, con el consentimiento de tu esposo sería una infidelidad permitida, pero no hay deslealtad, porque no se puede considerar como traición, porque como dije más arriba, es consensuado.
En cuanto a lo “normal”... ¿quién decide qué es normal? ¿Acaso la traición, el engaño y jugar con los sentimientos son cosas normales? Ahora, lo preocupante es que, al incluir a una tercera persona, tienen que asegurarse de que sea alguien confiable, si lo conocen bien, si esto no les pueda crear algún tipo de problemas.
Lo que deberían evitar es incluir a diferentes personas en este juego sexual, no entrar en la promiscuidad, pues no todos podrían ser confiables. Con el tiempo, es probable que este juego sexual que están practicando y disfrutando se va a ir acabando para dar paso a otras cosas importantes de la vida que también valen la pena cuidar como la familia, proyectos, hijos, etc., y todo se irá equilibrando y las aguas buscarán su cauce.