Soy Noelia. Me da pena lo que voy a contar pero voy a ser bien sincera.
Estoy viviendo una mezcla de amor y vergüenza que me tiene muy estresada. Tengo 19 años, estudio Derecho. La gente me dice soy muy linda, realmente no puedo negar, mis padres son blancos y yo tengo ojos claros.
Una cosa que yo no quiero que la gente sepa es que estoy enamorada de un tipo que no entra en los estándares de mis amigos y mi familia.
Mi novio realmente no es lindo, es feo. Sí, así de simple. Pero yo lo amo, yo sé que eso no es lo que importa, muy en el fondo.
Le conocí hace un año, cuando mi auto se quedó sin batería y él, sin conocerme, se bajó a ayudar. Desde ese día empezamos a hablar y me conquistó con su forma de ser.
La verdad que yo nunca fui una mujer superficial, y él es atento, dulce, trabajador. Se llama Cristian, tiene 25, trabaja en una gomería y siempre huele a aceite y está todo sucio, pero cuando se va a ver conmigo se pone súper lindo.
Ningún príncipe
No es el príncipe que uno se imagina, pero cuando me mira, siento que me derrito. El problema es que yo no sé cómo presentarlo a mi familia.
Mis viejos son re exigentes, sobre todo mi mamá, que vive diciendo que “la cara es la carta de presentación”
Yo sé que no les va a gustar. Y mis amigas son re directas luego. Algunas ya lo conocen porque a veces me viene a buscar a la facultad.
La primera vez que lo vieron, calladas, miraban nomás, y luego me ya me tiraban sus comentarios desubicados: “¿Ese pico es tu novio?”, “Pensé que te gustaba otro tipo de hombres” y otra dijo “pero es bueeeeno Ko” y se mataron de la risa.
Dolió
Yo me reí nomás, pero por dentro me dolió. Una de ellas hasta me dijo que no voy a poder irme a eventos con él. Me dio tanta rabia, pero me cohibió más porque no entienden que Cristian me hace sentir segura, que no anda detrás de apariencias, que me escucha y me respeta como nadie.
Cuando estoy con él, me olvido del resto. Pero cuando llega el momento de imaginarlo en una cena familiar o una foto grupal, me entra una vergüenza que no sé de dónde sale y eso me hace sentir más culpa.
A veces me siento la peor persona del mundo. ¿Cómo puedo amar tanto a alguien y al mismo tiempo tener miedo de mostrarlo? Él se da cuenta, obvio. Una vez me dijo: “Yo sé que te da vergüenza andar conmigo delante de tu gente”. Me quedé muda. Lloré esa noche, porque tenía razón ¿Qué piensa?
La respuesta:
Buen Día Noelia, hay una frase muy cliché, pero siempre bien acertada “nunca vas a darle el gusto a los demás…y no vale la pena”
Es por eso que deberías considerar otros aspectos positivos de esta persona, como desinterés económico, predisposición, disponibilidad, atención, cuidado y un sentimiento sano hacia vos.
Muchas veces salirse de los estándares exigidos por los demás es bueno y hasta gratificante, ya que las otras personas no marcan tu agenda, no deciden por vos y lo que es más importante, no le estás haciendo daño a nadie, exponiendo lo que verdaderamente sentís. Si consideras que lo que sentís por esta persona es más fuerte de lo que piden u opinan los demás y que vas a poder sobrellevar los comentarios (que se dan en la primera etapa, luego pasa), deberías darte una oportunidad y darle también una a él. Éxitos.