12 dic. 2024

Conductores de Bolt piden a las parejitas “no apretar” durante los viajes

Las señoritas suelen ser las más tremendas, según conductora.

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Aunque a la mayoría de los conductores les enoja los zafados, otros toman con humor las locuras de sus pasajeros.

Varios conductores de Bolt pegaron el grito al cielo y se quejaron en redes sociales de que no solo deben aguantar a los borrachos y a los que se quieren subir en multitud a sus autos, sino que también tienen que soportar a las parejitas que se la pasan de cariñosos durante los viajes y les piden que no sean “desubicados”.

Nancy Contreras, chofer de Bolt, relató a EXTRA una de sus experiencias con pasajeros hot.

Relató que en una ocasión, tuvo que parar el vehículo y bajar a una pareja de arrieros, porque se la pasaban besuqueándose y dándose cariñitos ahí abajo.

“Un viernes a la noche se subieron dos muchachos que eran pareja. Nos fuimos desde Asunción hasta Areguá. Al principio, estaban tranquilos, pero después miré por el retrovisor y me di cuenta que ya se estaban besando y tocando. Les dije que sin problemas les iba a bajar en algún motel si estaban muy urgidos. Se calmaron un rato, pero después vi que ya le estaba haciendo el oral. A propósito aceleré mi auto y atropellé la lomada. Uno casi se atragantó en el acto. Ahí mismo paré el auto y les bajé”, recordó.

Cinthia Torres, también compartió su experiencia como conductora de Bolt.

“En varias oportunidades ya me pasó que en plena luz del día, se subieron enamorados que no solo se besaban, sino que hasta se intentan sacar la blusa y eso. Yo no les digo nada pero hago todo ruido con mi garganta. Es muy incómodo”, comentó.

Resaltó que en muchas de las ocasiones, cuando están camino a algún motel, laschi son las que más le apuran a sus chulis para el ya tu sabes.

Se divierten

Otra conductora de plataforma contó que lejos de molestarse, ella se divierte con algunas historias.

“Una vez le alcé a una chica muy linda con una mini bien cortita. Después se subió su novio. Por el camino luego ya ella le tocaba todo y el muchacho tenía vergüenza. Cuando llegamos, apenas se bajó de auto ya se estaba sacando la remera y entró a la pieza (del motel)”, relató.

Por su parte, Cristian Traversi, conductor de Uber, afirmó que no solo presenció casos amorosos o de novios, sino que también de las parejas infieles y he’i que una vez recogió a una parejita que estaba muy cariñosa, hasta que empezó a sonar el celular del muchacho. Él arriero no quería atender porque según él, era su mecánico nomás ndaje. La chuli sospechando, le exigió que conteste y se escuchó la voz de una mujer.

“Ahí mismo se puso a llorar la chica. Todavía no llegamos y ella me pidió que le baje. El novio le quiso atajar, pero amenazó que se iba a tirar del auto. Ahí mismo paré y le bajé”, contó.

Según Cristian, algunos momentos pueden ser incómodos pero otras veces se divierte con las ocurrencias de las personas.

Otras situaciones
Además de presenciar escenas de amor, los conductores tienen que enfrentarse a los que andan ka'úre y terminan vomitando en sus vehículos.

Otra de las quejas es de las personas que se quieren hacer los vivos e intentan viajar entre muchos, sobrepasando la capacidad de pasajeros que entran en el vehículos.

Tampoco faltan los letrados que después del viaje, entran a su casa para buscar la plata y ya no salen para pagar.