En esta “isla rodeada de tierra” llamada Paraguay, muchos dicen ser patriotas pero pocos honran verdaderamente el suelo en que viven. Cada mayo, más de uno admira las banderas tricolores que adornan los negocios, lagrimea si escucha “Patria Querida”, se pone escarapelas e infla el pecho al vestir la Albirroja. El resto del año, estas mismas personas desprecian la música paraguaya y menos se detienen a analizar la letra de una polca o una guarania interpretada en nuestro idioma nativo. Pero qué va, si muchos de ellos ni siquiera hablan guaraní o tienen vergüenza de hacerlo.
Si querés saber más chismes, seguinos en nuestro canal de WhatsAppHoy el patriotismo es de boca para afuera, es más pa’l Facebook o el Twitter. El ñembo amor por nuestras raíces pasa más por venerar lo foráneo en detrimento de lo genuinamente paraguayo. Muchos se rasgan las vestiduras ahora porque el Ministerio de Educación resolvió que sea obligatorio entonar el Himno Nacional. Lo que ocurre, justamente, es que al paraguayo muchas veces hay que guachearlo para que aprecie y valore lo suyo. El MEC no está queriendo imponer el reguetón o versos de Talento de Barrio en escuelas y colegios, sino la canción más solemne del país.
“En tiempos en que Nicanor Duarte Frutos fue presidente, prácticamente se eliminó el canto del Himno Nacional en escuelas y colegios, lo cual me parece que fue un crimen, porque un pueblo que no valora sus símbolos culturales no tiene firme su carácter, su temperamento para amar su patria y ayudar a construirla” (ABC, noviembre de 2015). Esto no lo dijeron Camarasa ni Carmiña, grandes cultores de nuestro país (?), sino una eminencia musical como el maestro Luis Szarán.
El historiador Hérib Caballero disiente con él. “El patriotismo no pasa por cantar el Himno Nacional. El himno debe cantarse durante actos solemnes, no es para cantarlo todos los días. Para cantar el himno hay que estar de gala, es un símbolo nacional”, opinó el docente en la 730 AM.
Los que están a favor de que se entone el himno en las instituciones educativas consideran que la resolución ayudará a fomentar el patriotismo, el nacionalismo. Quienes la rechazan, aseguran que no por corearlo uno será más patriota y dicen que su imposición es arbitraria y hasta fascista. En fin: en esta “isla rodeada de tierra”, hay todo tío... Ya tú sabes.