Luego de hacer un viaje de tres horas en auto, en Semana Santa, desde Fernando de la Mora a Paraguarí, que suele demorar normalmente solo una hora, me vino a la cabeza la feliz experiencia de los ciudadanos europeos que en algunos casos hacen viajes de 30 minutos o una hora pero de un país a otro.
Acá hay dos puntos críticos que ni se debaten: el aumento inevitable del parque automotor y el deplorable estado del transporte público.
Con la mejora de la economía para la clase media, que creció en el Paraguay, y las facilidades que ofrecen las playas para comprar un auto, aumenta por ende la cantidad de vehículos, que según el Registro del Automotor, la cantidad en el país es de alrededor de 1 millón.
Si el transporte público estuviera en buen estado las personas tendrían la posibilidad de dejar sus autos en casa y optar por viajar en bus, tren y demás. Lo que ocurre en el Paraguay ya no es responsabilidad de la Patrulla Caminera, que es lo primero que se menciona cuando se está atascado en el tráfico:
“¡Dónde está la Caminera en estos casos!”, gritamos impotentes en el volante. En el éxodo de fin de año y también durante estos últimos días feriados, la Caminera sorprendió haciendo todo lo que entra dentro de sus posibilidades. La gente en Ruta I ocupó hasta las banquinas para llegar junto a sus familiares que esperaban en el interior y la Policía habilitó ambos carriles como sentido único para agilizar el tránsito.
¿Qué más se puede hacer si no hay rutas? ¿Qué más se puede hacer si no hay transporte decente? ¿Qué más se puede hacer si viajando en las chatarras se demora el doble que en el auto y vas parado y apretado como embutido?
Mientras el parque automotor aumenta, los caminos y las basuras de buses importados permanecen igual. La responsabilidad de que mejore es del Gobierno. Todos nos merecemos viajar seguros y en buenas condiciones.
Nos merecemos llegar rápido al interior en Semana Santa y Navidad. Nos merecemos que el paisaje de las horas pico en Gran Asunción cambie de una vez. Y ojalá pronto podamos llegar también al Brasil o la Argentina en 30 minutos.