18 ene. 2025

¿Para qué te traje, Quiñónez?

Por Hugo Barrios @Huguelli Por Hugo Barrios @Huguelli

A Dahiana, mi compañera de trabajo, la asaltaron a poco de terminar su jornada laboral, en la noche del lunes. No era tarde. Le salió un tipo que, apuntándole con un revólver, le dio a entender que escogiera entre su vida o la cartera. El maleante se quedó con todas sus pertenencias. Ser víctima de la inseguridad es como que te escupieran en la cara, como si te arrebataran la libertad, como si te humillaran de la manera más vergonzosa.

Creo en una de las leyes sagradas de la calle: “El que mal anda, mal acaba”. Y creo que esta norma universal se cumplirá con el personaje que se escudó en un arma y actuando con la más absoluta cobardía. ¿Y la policía? Bueno, ahí está. No tiene suficiente presupuesto, hay corrupción. El problema viene de raíz. Muchos ven a esta entidad como una salida laboral antes que una carrera. Y cuando están adentro, mamita querida. Deben amoldarse a un esquema de corrupción que se transmite de generación en generación.

El círculo vicioso se repite año a año. Agentes que se suman a la policía, agentes que se moldean al sistema. La ciudadanía le tiene miedo a la policía, respeto no. Uno teme a los uniformados por la coima “para la gaseosa” que nunca falta. No están preparados o, mejor dicho, no sirven para ser policías. Y se los acepta porque “es lo que hay”.

Alberto Quiñónez era hasta hace poco el subjefe del Departamento de Seguridad y Eventos Deportivos de la Policía. Es comisario. Su deber era velar porque en los partidos de fútbol no haya trifulcas. ¿Qué hizo en el entretiempo de un partido de Cerro? Mostró a aficionados azulgranas la franja de Olimpia. Incitó a la violencia, precisamente quien debiera evitar que haya siquiera provocaciones.

Es solo una pequeña muestra de que la policía no anda. Y no va a seguir andando. Mientras comisarios como Quiñónez o policías coimeros estén en filas de la institución, la delincuencia seguirá haciéndonos 6-0. Seguirán apuntándonos a la cabeza porque no hay protección. Ah sí, pero si es para proteger a Froilán, allí siempre van a estar. Siempre habrá un Froilán a quien custodiar y ciudadanos a quienes ignorar.

Ya tú sabes.