13 dic. 2024

No es solución, es un problema más

Con el retorno a la oficina dejando atrás el teletrabajo que nos impuso el COVID-19 también volví a subirme a los colectivos para transportarme después de muchísimo tiempo.

Anteriormente me manejaba en motocicleta, pero como actualmente la distancia es superior y el peligro es constante decidí dejar mi vehículo de lado.

Debo reconocer que había olvidado lo duro que es viajar en bus en nuestro país.

Los buses no tienen un horario, los choferes realizan reguladas sin previo aviso, los micros muchos de ellos chatarras van llenos, el tráfico es infernal, no hay paradas fijas, entre otros problemas que sufre el pasajero. Como si eso no fuese suficiente se sumó un nuevo obstáculo: el billetaje electrónico. En más de una ocasión no encontré lugares para cargar la bendita tarjeta. Me tocó ayudar a varias personas en las paradas que no tenían saldo y no encontraron lugares para hacer las recargas.

Aclaro que no tengo nada en contra de la tecnología, pero según mi propia experiencia el billetaje electrónico no es una solución, es un nuevo problema. Si en verdad quieren mejorar el servicio primero deben solucionar los problemas que ya tienen y luego buscar nuevas formas de exigirnos el pago.