11 dic. 2024

La UNA no se calla nunca más

@feryirobles @feryirobles

Una de las mañanas de septiembre del año pasado, con mi equipo de prensa nos alistamos para salir de cobertura al igual que todos los días, y sin saber lo que se venía. Esa mañana salía rumbo a presenciar uno de los hechos que cambiaría al país. Llegamos hasta la Universidad Nacional de Asunción, en donde un grupo de estudiantes se instaló frente al rectorado portando carteles y banderas donde exhibieron por primera vez el sello de la histórica movilización: #UNAnotecalles, movilización que de verdad, cambió el país.

Sigo la carrera de Comunicación en la Universidad Católica, sin embargo, lejos de permanecer ajena a lo que ocurría en la universidad de otros, la indignación me llegó como si yo lo viviera en carne propia, así lo sentimos con todos mis compañeros y colegas.

Seguí la lucha de los estudiantes de la UNA, como joven y como periodista, indignada por las barbaridades que descubríamos al paso de las coberturas y feliz porque con cada grito de justicia caía uno más de los tantos que conformaban la cúpula corrupta de la universidad.

Festejamos mucho con cada logro, como normalmente se ve en cada movilización que logra su objetivo, sin embargo, las victorias del UNA no te calles tenían algo especial… la histórica movilización estudiantil, que dejó como precedente que la rebeldía juvenil no volverá a descansar ante las injusticias y la corrupción institucionalizada.

Este viernes una vez más los estudiantes unieron sus fuerzas. Los de la facultad de Ciencias de la Salud escracharon al consejero Hugo Macchi, por su voto a favor de la absolución de los cuestionados hermanos Ibarrola. El consejero respondió a los mismos con un gesto obsceno que quedó registrado a través de las cámaras de la RPC, al mismo tiempo que agredió verbalmente a la periodista que se acercó a hacerle una consulta.

También, el decano Laurentino Barrios señaló a cada uno de los estudiantes que hacían un cordón, tratándolos de “pobrecitos”. Ojalá ambos sepan que la UNA no se callará nunca más, y que las denuncias seguirán hasta que se vayan.